Curiosa y sensible, Luisa Cárdenas encuentra en la moda, la escritura y la vida cotidiana infinitas formas de expresión. Entre recuerdos de su abuela, viajes y rituales, evoluciona llena de gratitud, movimiento y autenticidad. En esta entrevista nos cuenta sobre sus pasiones y cómo consiguió ese estilo auténtico y poderoso que parte de su esencia (que por supuesto, todas queremos).

Luisa Cárdenas para el día a día…
¿Quién es Luisa más allá de las redes sociales y cuáles son las pasiones que inspiran tu día a día?
Soy curiosa y sensible. Una mujer que observa, agradece, busca siempre crecer y valora profundamente las relaciones humanas. Me inspira mucho la escritura: es mi refugio y mi manera de ordenar el mundo. Disfruto el movimiento y el ejercicio, porque son mi ancla de bienestar.
Ahora estoy experimentando en la cocina, estoy aprendiendo italiano y me ilusiona descubrir todo lo que un nuevo idioma abre en la mente y en el corazón. Además, estoy aprendiendo a bordar, hice con mis amigas un pequeño club que se volvió un espacio de creatividad y conexión. Me nutren las conversaciones profundas, los paseos con mi perro Argus y la curiosidad de descubrir algo nuevo cada día con mi esposo, ya sea un libro, un lugar o una idea.
¿De dónde nace tu amor por la moda y cómo lo haces parte de tu vida?
Empezó desde muy pequeña gracias a mi abuela, de quien también heredé mi nombre. Era toda una diva: le encantaba experimentar con tendencias y al mismo tiempo mantenía un estilo clásico que nunca perdió. Ese contraste fue mi mayor referente. Para mí, la moda es un espacio para jugar y expresar, pero sin dejar de lado quién soy y lo que realmente me gusta.
¿Tienes una fórmula infalible para esos días en los que no te sientes tan segura o confiada?
Creo que cada persona busca la confianza de maneras distintas, y en mi caso fue cambiando con los años. Antes sentía que un lipstick rojo y unos tacones eran suficientes para darme ese boost de seguridad. Hoy, me doy cuenta de dos cosas clave. La primera es mi pelo: un buen peinado no sólo eleva mi look, también eleva mi ánimo. La segunda es el ejercicio. Si entrené, aunque me ponga unos jeans y una camiseta blanca, ya tengo todo resuelto porque traigo conmigo ese subidón de endorfinas que me cambia la energía por completo.
¿Cuál ha sido el look más arriesgado que has usado y qué aprendiste de esa experiencia?
Cada cierto tiempo me gusta salirme de mi zona de confort (sin perder mi personalidad). Hay momentos en los que me atrevo más con el color, con las texturas o con siluetas dis- tintas, y esas exploraciones van marcando la evolución de mi estilo. Creo mucho en el cambio y en que abrirse a probar cosas nuevas trae algo bueno… aunque después decidas regresar a lo de siempre. Al final, arriesgarme me enseñó que la moda es movimiento, y que atreverse también es parte de crecer.
¿Qué consejo de estilo le darías a tu “yo” adolescente?
Mi yo adolescente, lo hizo muy bien. A veces la recuerdo y me impresiona pensar en lo fiel que fui a mí misma. Muy influenciada por mi abuela, ya tenía un estilo marcado que no correspondía para nada a las modas de los 2000: me encantaban las siluetas femeninas, lo vintage y todo lo que encontraba en su clóset, aunque a veces me hiciera ver un poco más grande.
No era el estilo típico de una adolescente, pero era completamente mi gusto. Y poco después, a los 19 años, abrí mi primer blog de estilo personal; dio frutos muy rápido.

¿Cuáles son los básicos en los que recomiendas invertir?
Unos buenos jeans, un saco negro estructurado que puedas usar a cualquier hora, una bolsa versátil para el día y otra especial para la noche son inversiones seguras. Son de esos básicos que no pasan de moda y que, combinados con lo que ya tienes en el clóset, siempre resaltan cualquier look.
¿Qué consejo le darías a las mujeres que todavía están buscando definir su propio estilo para atreverse a mostrarlo?
Les diría que se den permiso de explorar y de probar. Que no tengan miedo a equivocarse, porque el estilo se construye en el camino, no de un día para otro. Lo más importante es escucharse: qué colores, formas y texturas realmente les hacen sentir cómodas y auténticas. También recordar que no se trata de seguir todas las tendencias, sino de elegir lo que resuena con su esencia. Cuando te vistes desde la autenticidad, no sólo proyectas seguridad, también atraes lo que de verdad es para ti.
Para Luisa, soñar y crear van de la mano. Su historia es prueba de que el estilo nace de atreverse, de jugar y de creer en uno mismo. Y lo que está por venir para ella es, sin duda, el reflejo más genuino de todo lo que lleva dentro.
Explora más en: Instyle.mx












