París se vistió de expectativa este 27 de junio, cuando Jonathan Anderson presentó su primera colección como director creativo de Dior. Sí, leíste bien: ahora él está al frente de todo en la maison, desde las colecciones femeninas y masculinas, hasta la alta costura, y su debut no decepcionó.
El show tuvo lugar en el icónico Hôtel des Invalides, pero en lugar de la clásica pasarela, Anderson apostó por algo más íntimo y artístico: un espacio que parecía una galería, con fondo minimalista y solo dos pequeñas pinturas del siglo XVIII como decoración.
¿Y la ropa? Una mezcla muy Anderson: esa combinación perfecta entre lo pulido y lo despreocupado. Cuellos con doble personalidad (uno bien planchado, el otro como dejado a propósito), pantalones que van del pijama chic a la sastrería elegante, y mezclas que no deberían funcionar… pero funcionan. Como jeans anchos con una camisa blanca impecable, y muchos chalecos que podrían volverse el nuevo básico de Dior.
Toda la colección tiene algo de cinematográfico, como si fueran vestuarios sacados de una película de Luca Guadagnino. Los looks parecen armados con prisa, pero con intención: jeans mal doblados, la camisa medio salida, el bolso colgado con descuido. Un caos muy bien calculado.
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Más allá del look, lo que se sintió fue una propuesta honesta. Anderson no busca perfección, busca alma. Le interesan los materiales que “recuerdan el tacto”, las texturas que hablan antes de que te las pongas. Es el mismo espíritu que vimos en sus colecciones para Loewe, donde los detalles y la artesanía se convirtieron en lo más importante.
Este primer capítulo con Dior promete una historia donde lo clásico y lo disruptivo se dan la mano y el mundo de la moda está más que listo.
Así fue el primer desfile de Jonathan Anderson con Dior
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