¿Te consideras una persona solitaria? A diferencia de lo que muchos piensan, la soledad no es algo triste para todos, existen muchas personas que disfrutan de su propia compañía. Por ejemplo, los seguidores del movimiento coreano “honjok”, que ya se ha popularizado en otros países.
¿Qué es Honjok?
“Hon” significa estar solo y “jok” es tribu, así que honjok quiere decir “tribu de uno solo”.
Este movimiento está formado por personas que deciden vivir solas, aisladas, refugiadas en la tecnología o las redes sociales. La tendencia surgió en 2017 luego de que un grupo de jóvenes surcoreanos que compartían amor por la soledad y rechazaban el matrimonio comenzaran a utilizar el hashtag #honjok para identificarse entre ellos.
El aislamiento que sufrimos por la pandemia ha impulsado a organizaciones de bienestar social, como la United Health Foundation en Estados Unidos, a pronosticar una “epidemia de soledad” pero no te asustes, existen maneras sanas y constructivas de convivir con la soledad.
Existe una gran diferencia entre estar solo y sentirse solo: la práctica del Honjok busca la liberación de las expectativas, las presiones sociales y culturales por medio de este aislamiento volunario. Por el contrario, la soledad impuesta, como la que hemos estado viviendo a causa de la pandemia de COVID-19, podría llegar a ser dañina.
Algunos estudios ya demostraron que la soledad provocada por el aislamiento social contribuye a incrementar problemas físicos y mentales como la depresión, las cardiopatías e incluso el Alzhéimer, y que comprometen el sistema inmunológico. Pero quizá si cambiamos nuestra percepción de lo que es estar solo, podemos minimizar algunos de estos efectos.
El honjok no es un simple trend, también es una invitación a reflexionar sobre quiénes somos realmente, más allá de las normas sociales y culturales establecidas, y a disfrutar de la soledad: es una práctica que puede beneficiar el individualismo e introspección, ofreciéndonos la oportunidad de trabajar en nuestra identidad sin los prejuicios de la sociedad.
Esta práctica puede ser una guía para comprender que cuando nos permitimos convivir con nuestra soledad por más incómoda que llegue a ser, desarrollamos una autoconciencia profunda que puede ser beneficiosa a la hora de relacionarnos con más personas y externar lo que buscamos o necesitamos.
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