Buena energía, risa contagiosa y una actitud relajada, básicamente el estilo de vida italiano en su máximo esplendor. A veces, cuando todo parece ir de prisa y la vida se siente un poquito más pesada de lo normal, lo que necesitas no es magia, sino inspiración, y para eso los hábitos italianos pueden ayudarte muchísimo. Estos pequeños rituales te recuerdan respirar, agradecer y disfrutar lo que tienes enfrente y bajar el ritmo.
Y no es solo cosa de percepción o algo que se siente aesthetic; Italia aparece entre los 50 países más felices del mundo según el World Happiness Report. Eso refleja cómo la gente allá valora muchísimo la calidad de vida, y es justo ese espíritu lo que inspira estos hábitos.
Aquí te decimos 5 hábitos italianos que seguro vas a amar
Sprezzatura – Hacer que algo parezca fácil
El primer hábito tiene que ver con esa tranquilidad elegante que los italianos transmiten hasta en los momentos más retadores. Es la habilidad de moverse con calma, confianza e intención; el concepto viene del siglo XVI, cuando Baldassare Castiglione escribió El libro del cortesano y lo describió como esa despreocupación que oculta todo el arte, que hace que todo parezca hecho sin esfuerzo y sin pensarlo tanto. En otras palabras, es transformar lo difícil y resolver algo desde un lugar relajado, permitiéndote aprender del proceso en lugar de sufrirlo.
Piano Piano – Poco a Poco
Es prácticamente un sinónimo de paciencia; el famoso “pian pianito” que todos hemos escuchado cuando empezamos algo nuevo, un curso, un proyecto o una etapa diferente. Se trata de avanzar paso a paso, sin prisa y sin querer dominarlo todo en un solo día. Porque no hay nada más abrumador que intentar aprenderlo todo, querer hacerlo perfecto y ser la mejor versión de ti misma en solo un momento. Este hábito nos recuerda que las cosas bien hechas necesitan calma, aparte de disfrutar el proceso, celebrar pequeños logros diarios y esperar los resultados desde un lugar cómodo, sabiendo que ya son tuyos por decreto.
Anni, amori e bicchieri di vino – Los años, los amores y las copas de vino nunca se cuentan
La vida no se trata de preocuparse por envejecer, por lo que tenemos, lo que hemos gastado o los amores pasados. Este hábito italiano habla de vivir con ligereza, sin ataduras, sin preocupaciones innecesarias y sin obsesionarse con lo que ya fue. Al final, la edad es solo un número; nunca eres demasiado grande para reinventarte o perseguir lo que más deseas. Mejor disfruta y celebra cualquier momento al máximo, pero siempre acompañado de una buena copa de vino.
Il dolce far niente – La dulzura de no hacer nada
Otro de los hábitos italianos es alejarse de la prisa y del caos diario para disfrutar la tranquilidad de cada momento sin sentir la presión de ser productivos. No es un premio después de trabajar horas y horas; es parte natural de su rutina, y por eso Italia es uno de los países con menor riesgo de agotamiento. Es más bien un espacio para recargar energía, dejar que la mente respire y permitir que lleguen ideas más frescas, creativas y claras. No existe una actividad específica para definirlo, simplemente ocurre mientras caminan, contemplan la costa o se quedan mirando el cielo con admiración.
La vita è bella – La vida es bella
Porque algo es muy claro, existir ya es algo hermoso. Este hábito nos recuerda que hay belleza en cada detalle, que la gratitud y la bondad están en todas partes, y que vale la pena apreciar cada momento, desde el más mínimo hasta el más grande. Repetirlo en medio de la incertidumbre es un acto de esperanza. Es elegir una actitud positiva, buscar la alegría donde sea que se esconda y, poco a poco, cultivar la realidad en la que quieres vivir.
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