Señales de que estás saliendo con un “manchild”
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Señales de que estás saliendo con un “manchild”

Lo sabe Sabrina Carpenter y lo sabemos nosotras: es común comenzar una relación y tardar en darte cuenta de que estás saliendo con un manchild.

Este tipo de relaciones (o situationships) pueden ser verdaderamente cansadas, y no son nada nuevas. En los años 80, se decía que los hombres que se negaban a crecer tenían “Síndrome de Peter Pan”, un término acuñado por el libro de Dan Kiley del mismo nombre que describía a hombres inmaduros emocionalmente, poco confiables y muchas veces messy.

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Su casa es un desastre

Deja un rastro de desorden por donde pasa, y eso empieza por su casa. Mi amiga Megan una vez salió con un hombre cuyo depa estaba tan sucio y desorganizado que cuando ella lo vio por primera vez creyó que habían entrado a robarle. 

Se comporta como un frat-boy

Aunque ya no esté en la universidad, sigue amando la fiesta, se comporta como un adolescente descontrolado cuando está con sus amigos y siempre hace bromas pesadas. 

Siempre tiene una excusa

Encuentra pretextos para explicar por qué no llegó a tiempo, no pagó sus cuentas o no cumplió con su palabra: nunca es su culpa, siempre es la víctima y no puede ver que él es el denominador común.

Siempre tiene problemas financieros

No hablamos de tener un bajo salario o deudas por una crisis médica, sino que por lo general no tiene un trabajo estable pero gasta compulsivamente sin pagar sus tarjetas a tiempo o incluso lleva años sin hacer su Declaración Anual en el SAT.

Ama al “trío tóxico”

Le llamo el trío tóxico a la marihuana, los videojuegos y la pronografía. Y no es que ocasionalmente fume o le guste jugar al final de un día largo, sino que usa estas actividades para desconectar por muchas horas al día, lo que también lleva a evitar intimidad emocional y sexual.

No es confiable

No es la persona a la que llamarías si necesitas llegar al aeropuerto a cierta hora o quieres compañía en una cita en el doctor, porque le da mucho trabajo cumplir lo que promete (y, cuando te decepciona, no entiende por qué te enojas).

No maneja bien la crítica

Es súper sensible y ve las sugerencias o el feedback como un ataque. Se pone a la defensiva cuando lo confrontas con algún error. 

Tampoco maneja el estrés bien

Los adultos sanos tienen técnicas para lidiar con el estrés, pero un manchild piensa que su estrés es peor que el de los demás y que eso le da permiso para perder la paciencia.

No la gusta hablar del futuro

Cuando hablas de a dónde va la relación, de matrimonio o de hijos, simplemente te evita o se queda callado, y puedes ver la incomodidad y el miedo en sus ojos. 

No aprendió a hacer cosas de adulto

Tareas como poner la mesa o hacer una cita con el doctor son imposibles y, si se lo mencionas, lo evita o intenta que tú lo hagas por él.

Usa la incompetencia estratégica

Se le llama incompetencia estratégica o weaponized incompetence cuando una persona pretende que no sabe hacer algo que no quiere hacer, lo hace muy mal o hace miles de preguntas para que alguien más acabe resolviéndolo. 

Por ejemplo, imagina que tienes mucho trabajo y le pides al manchild que haga la cena, pero él hace tantas preguntas y te interrumpe tanto que piensas “es más rápido si simplemente lo hago yo”. O sí hace la cena pero la quema y deja la cocina hecha un asco, así que la próxima vez ni siquiera se lo pides.

Siempre lo estás corrigiendo

Antes de salir, le tienes que recordar cómo comportarse con tu familia o amigos y aún así, te decepciona. Lo ves tomando malas decisiones y no puedes evitar decirle qué hacer. Te quejas todo el tiempo de recoger su desastre. Tú misma estás harta de tus constantes comentarios negativos hacia él. 

¿Qué hacer si estás saliendo con un manchild?

Si estás saliendo con un hombre así y estás pensando en mudarte con él, casarte o tener hijos: reconsidera. Este tipo de compromisos no lo ayudarán a crecer, sino que harán que se sienta seguro de que no es necesario cambiar. Piensa en si realmente quieres hacer un servicio completo de limpieza y criar a un adulto toda tu vida.

Nota original: InStyle.com, por Dr. Jen

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