Si saliste con un hijo único y acabaste traumada, entonces esta teoría es para ti. La teoría del orden de nacimiento en las relaciones o birth order dating es la última tendencia en cuanto a relaciones en redes sociales, especialmente en TikTok. Esta teoría sugiere que tu posición en la familia—ya seas el mayor, el del medio, el menor o hijo único—puede tener un impacto en tu vida amorosa y en cómo te llevas con tu pareja.
¿Qué es la teoría del orden de nacimiento?
Aunque esta teoría se popularizó en TikTok en realidad está basada en estudios psicológicos de hace años. Esta teoría fue propuesta por el psiquiatra Alfred Adler allá por el siglo XX. Él planteó que tu lugar en la familia influye en tu personalidad y en cómo te relacionas con los demás, incluyendo en el amor. Según Adler, los mayores tienden a ser más controladores y responsables, los del medio buscan atención y cariño, y los menores suelen ser más rebeldes y aventureros. Los hijos únicos, por su parte, se caracterizan por buscar la perfección y el orden.
Estos patrones son los que crean los típicos estereotipos familiares: el mayor es el responsable, el del medio pasa desapercibido, y el menor es el rebelde de la familia.
Cómo afecta el orden de nacimiento tus relaciones amorosas
Para resumirte esta teoría en los términos más simples y familiares empecemos con cada tipo de “orden de nacimiento”
Primogénitos: los líderes natos
Los hermanos mayores suelen ser responsables y orientados al logro. Esto tiene que ver con que, cuando llegan sus hermanos menores, pierden la atención total de sus padres y sienten la necesidad de mantener el control. Los primogénitos suelen temer soltar el control por lo que en muchos casos terminan dominando a sus parejas sin darles un respiro o una palabra en la relación.
Hijos del medio: maestros de la adaptación
Al no ser el centro de atención, los hijos del medio desarrollan una gran capacidad para adaptarse y comprometerse. Suelen ser relajados y llevarse bien con todos, pero esa misma adaptabilidad a veces les dificulta imponer sus propias necesidades y deseos. Esto los lleva a ser un camaleón en sus relaciones donde se transforman en su pareja y ponen por aparte lo que en realidad son y quieren.
Hermanos menores: los más despreocupados
Los menores suelen tener más libertad y menos expectativas. Esto los convierte en personas más extrovertidas, aventureras y rebeldes. Pero, su naturaleza despreocupada también puede generar problemas cuando se trata de entrar en una relación por lo que les cuesta comprometerse o encontrar a alguien que consideren que “vale la pena”.
Hijos únicos: definición de la perfección
Los hijos únicos, al no tener hermanos, suelen enfrentar altas expectativas por parte de sus padres, lo que los lleva a ser perfeccionistas, independientes y muy seguros de sí mismos. Pero a veces esto los lleva a tener problemas para tolerar el desorden o la imperfección en sus relaciones, solo buscando la pareja ideal que como todos sabemos claramente no existe.
Compatibilidad en las relaciones
Si ya tienes una idea de cómo se comporta cada hijo según su orden de nacimiento, también es útil saber qué número de hijo eres tú y tu pareja para entender mejor la compatibilidad entre ustedes. Aquí te dejamos las mejores combinaciones en relaciones:
Primogénitos y menores
Esta pareja funciona porque, como dicen, los opuestos se atraen. Los primogénitos tienden a ser más organizados y responsables, mientras que los menores aportan diversión y un toque de aventura. Además, los primogénitos son bastante independientes, así que los menores no sienten que su libertad se vea afectada en la relación.
Primogénitos e hijos del medio
Los primogénitos, con su lado más de líderes, se llevan bien con la flexibilidad y la calma de los hijos del medio, formando una pareja equilibrada. A los primogénitos les gusta tener el control, y los hijos del medio no tienen problema en dejar que su pareja tome las decisiones en la relación.
Hijos únicos y menores
Esta combinación también puede funcionar. Los hijos únicos, que suelen ser más ordenados, encuentran en los menores esa chispa de espontaneidad que les da equilibrio. Al mismo tiempo, el perfeccionismo de los hijos únicos puede fascinar a los menores, que buscarán siempre su aprobación.
Hijos del medio y menores
¡Este par hace un parejón! Los hijos del medio son expertos en adaptarse y ceder, mientras que los menores traen toda la diversión y espontaneidad. Juntos, crean una dinámica relajada y aventurera, donde la flexibilidad del hijo del medio se complementa perfectamente con la energía del menor.
¿Y los conflictos?
No todo es color de rosa. Algunas combinaciones pueden ser más complicadas porque las diferentes personalidades y dinámicas familiares pueden chocar y hacer que la relación sea un poco más difícil. Aquí te dejamos una lista de las combinaciones que podrían ser una “red flag”:
Dos primogénitos
Esta pareja puede tener problemas porque ambos están acostumbrados a ser los que mandan en la relación. Aunque a todos los primogénitos les encanta tener el control y la atención, cada uno tiene su propia manera de manejar las cosas según su familia. Si dos primogénitos están juntos, sus diferentes formas de ser pueden chocar fácilmente.
Primogénitos e hijos únicos
Aquí también pueden haber roces, ya que ambos tienden a ser muy opinados y a querer llevar las riendas de la relación. El perfeccionismo de ambos puede causar problemas, con el primogénito pensando que el hijo único es demasiado egoísta y el hijo único creyendo que el primogénito es demasiado controlador.
Dos menores
Aquí tenemos una combinación explosiva. Esta pareja puede ser un caos total, ya que ninguno de los dos es experto en organizar o planear. Pueden divertirse mucho, pero cuando se trata de cosas serias o situaciones inesperadas, es probable que se pasen la bolita uno al otro hasta que todo explote.
¡Ojo! Esto solo es una teoría
Aunque la “teoría del orden de nacimiento” nos da una idea interesante sobre cómo la dinámica familiar puede influir en las relaciones, es importante recordar que cada relación es un mundo. El orden de nacimiento puede darnos pistas sobre ciertas tendencias, pero no define si una relación va a funcionar o no. Al final del día, lo que realmente importa es el entendimiento y el compromiso, sin importar en qué lugar de la familia hayas nacido.
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