Por qué amamos odiar a Carrie Bradshaw
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Por qué amamos odiar a Carrie Bradshaw

Carrie Bradshaw caminaba por las calles de Manhattan con tacones imposibles, un tutu en plena vía pública y una laptop blanca que hoy parece sacada de un museo. Era finales de los 90 y principios de los 2000, y Sex and the City hablaba de relaciones, independencia femenina y amor propio desde una mirada muy de su época. Pero dos décadas después, en pleno 2025 y con la tercera temporada de And Just Like That… en camino, es la Generación Z quien ahora se ve reflejada en ella.

La pregunta es: ¿por qué?

Foto de Carrie Bradshaw temporada 1 en Max.
Foto de Max

¿Por qué ahora todas quieren ser (o ya fueron) un poco Carrie?

Una voz femenina (y caótica) que narra su vida

Una de las razones más evidentes es que Carrie fue de las primeras protagonistas en televisión que narraba su propia historia en primera persona. Esa idea de tener una voz interior constante, compartida con la audiencia, se parece muchísimo a cómo las y los jóvenes usan TikTok hoy: como un diario íntimo con narración en off, pero compartido al mundo entero.

En cada columna que escribía, Carrie se preguntaba cosas sobre el amor, la amistad, el sexo o la soledad. No daba respuestas definitivas, sino que usaba sus vivencias para pensar en voz alta. Esa autoexploración constante, aunque a veces caótica o contradictoria, conecta con la Gen Z, que vive en una época donde se habla más que nunca de salud mental, autoconocimiento y autenticidad.

Carrie está lejos de ser un modelo a seguir ideal. Todas sabemos por qué. Tomó decisiones amorosas cuestionables (hola, Mr. Big) y no siempre fue la mejor amiga. Pero tal vez por eso mismo gusta tanto: porque no es perfecta.

Las nuevas generaciones han dejado atrás la idea de la protagonista impecable. Hoy se valora mucho más la vulnerabilidad, el error, el proceso. Carrie mostró que está bien no tener todo resuelto, que uno puede irse construyendo mientras se tropieza. Y eso es un mensaje poderoso, sobre todo para quienes están atravesando sus veintes o inicios de los treintas sin tener todo claro.

El estilo como expresión de identidad

Carrie convirtió la moda en una forma de contar quién es. Cada outfit era una declaración de emociones, deseos, inseguridades o sueños. ¿Y qué hace la Gen Z en Instagram, Pinterest o TikTok sino eso mismo? Usar la ropa, el maquillaje y la estética para jugar con su identidad.

No sorprende que, con el revival de los años 2000 en plena vigencia, los looks de Carrie hayan vuelto a circular como inspiración de estilo. Más allá del lujo, lo que atrae es su creatividad y la forma en que vestirse era, para ella, un acto de libertad.

La nostalgia millennial que la Gen Z heredó

Es cierto: muchas personas Gen Z descubrieron Sex and the City no en su momento original, sino a través de sus hermanas mayores, madres o incluso en TikTok, donde los clips de la serie se viralizan con frecuencia. La nostalgia de los 2000, mezclada con la estética de VHS, los filtros vintage y el regreso de los zapatos Manolo Blahnik, ha creado una especie de cultura compartida entre generaciones.

Con el regreso de And Just Like That…, Carrie ya no es la treintañera soltera de Nueva York, sino una mujer mayor enfrentando nuevos retos. Sin embargo, sigue haciéndose preguntas. Sigue escribiendo. Sigue buscando entenderse a sí misma. Y eso, en realidad, es algo muy Gen Z.

Al final del día, todas hemos sido un poco Carrie

No importa si se identifican más con Miranda o con Charlotte, o si critican algunas actitudes de la protagonista: muchas jóvenes se ven reflejadas en Carrie porque ella mostró que crecer también significa equivocarse, reinventarse, aprender a soltar… y volver a empezar con unos zapatos espectaculares.

Y ahora que la tercera temporada de And Just Like That… se acerca, parece que la Gen Z no solo la ve, sino que la acompaña.

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