“¿Encontró todo lo que buscaba?”, nos preguntan en la caja de Costco. Y a nosotros nos dan ganas de contestar: “Pues mire, joven, para empezar ni siquiera estaba buscando todo esto”. Porque como ella bien lo dice “Todos somos La Señora de Costco. Entramos por papel de baño y salimos con un mueble, un espejo, unas velas y unos chocolates”. Si hay alguien que logró que ir a Costco se sintiera como una experiencia espiritual, es La Señora de Costco.
La creadora que convirtió los carritos llenos de velas, snacks y muebles en un fenómeno entra a una nueva etapa con “La casa de la Señora”, un proyecto que marca el inicio de una nueva era y la evolución de una comunidad que creció entre risas, tips y hallazgos irresistibles.

Desde La Señora de Costco hasta La Casa de la Señora…
Durante la pandemia, esta interiorista —que jamás imaginó convertirse en creadora de contenido— empezó a compartir en redes lo que encontraba entre los pasillos del club más querido de México. Lo que comenzó como un hobby y una manera de hacer compañía a su familia, terminó convirtiéndose en un espacio digital que hoy reúne a millones de fans que se identifican con su humor y su autenticidad.
Ahora, esa misma magia llega a un nuevo nivel con La Casa de la Señora: un espacio físico donde se graban ideas, se cocinan recetas, se reciben invitados y se hacen colaboraciones con marcas y otros creadores. “No es un set, es literalmente una casa. Un lugar donde lo cotidiano se transforma en inspiración”, nos cuenta. Este proyecto representa lo que su comunidad ha construido con ella: un espacio hecho de humor, curiosidad y amor por compartir.
Mantener su rostro en el anonimato ha sido uno de sus sellos característicos. Lo que nació por pena, se convirtió en una decisión creativa que le permitió enfocar el spotlight en lo importante: su comunidad y su contenido. “Sí se puede construir sin salir en cámara. Tu voz, tus ideas y tu forma de conectar también cuentan”, dice con orgullo.
La Casa de la Señora no solo simboliza un nuevo comienzo, sino también el crecimiento de las verdaderas comunidades en Internet. Es un recordatorio de que la autenticidad sigue siendo el ingrediente más poderoso en la era digital. Además, es el punto de partida para nuevos proyectos: un canal secreto, un newsletter editorial, alianzas y más sorpresas que se irán revelando poco a poco.
“Esta nueva casa es un reflejo de todo lo que hemos construido juntos. Aquí seguimos cocinando historias, pero ahora con un espacio propio donde todo lo que imaginamos puede cobrar vida”, nos comparte La Señora de Costco, emocionada.
Con La Casa de la Señora, no sólo inaugura un nuevo lugar, sino también una nueva forma de habitar el internet: más cálida, más real y más nuestra. Porque, seamos honestas, todas tenemos una Señora de Costco dentro.
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