Si ya sentías que el aire andaba raro desde finales de agosto, no es cosa tuya: es la famosa temporada de eclipses en acción, que en septiembre traerá dos eclipses importantes. En el 2025 el universo se pone creativo y nos sorprende con estos fenómenos que, más allá de su impacto astronómico, cargan una energía espiritual intensa y transformadora.
Los eclipses funcionan como una verdadera sacudida cósmica: desestabilizan lo que ya no nos sirve para abrirnos a nuevas posibilidades. Nos liberan de viejas cargas, creencias o situaciones que nos frenan y, a la vez, nos abren puertas inesperadas que quizá nunca habíamos considerado. Es como si el universo nos diera un empujón para soltar lo que pesa y prepararnos para lo que viene.
Este septiembre, el portal se abrió el 23 de agosto con la Luna Nueva en Virgo y nos espera un mes intenso con dos eclipses que prometen dramas, finales y comienzos con plot twist incluido.
Eclipse Lunar en Piscis el 7 de septiembre
El primero de los dos eclipses de septiembre llega con una carga emocional profunda. Se trata de un Eclipse Lunar en Piscis, y si hay una palabra que define a este signo, es: sensibilidad. Este evento marca un cierre importante, una culminación que puede sentirse en lo emocional, lo espiritual o incluso en lo creativo.
Los eclipses lunares siempre traen revelaciones, cosas que salen a la luz (a veces desde dentro, otras desde afuera) y que te empujan, quieras o no, a soltar algo que ya no vibra contigo.
En Piscis, el mood es místico, introspectivo, empático. Este eclipse puede sacar memorias viejas, heridas no sanadas, apegos emocionales o fantasías que te impiden ver las cosas como son. No es un eclipse para “entender” con la mente, sino para sentir. Puedes notar más sensibilidad de lo habitual, sueños intensos o señales que parecen venir “de otro plano”. Déjate llevar.
Eclipse Solar en Virgo el 21 de septiembre
Dos semanas después del eclipse lunar en Piscis, el universo continúa su trabajo de ajuste fino con el Eclipse Solar en Virgo. Este tipo de eclipse solar es sinónimo de inicios, aperturas y nuevos ciclos, pero aquí hay un matiz importante: se da en el Nodo Sur, lo que significa que para avanzar, primero hay que soltar.
Este no es un “nuevo comienzo” tradicional. No es para correr a llenar espacios vacíos. Es un eclipse que te recuerda que no puedes llevar todo contigo al próximo capítulo. Es momento de hacer limpieza profunda, no sólo de objetos, sino de creencias, rutinas, relaciones y hábitos que ya no encajan con quien estás siendo ahora.
NO es hora de manifestar
Aunque muchas prácticas espirituales promueven la manifestación con cada luna nueva o llena, los eclipses operan en otra frecuencia. No son portales para manifestar, sino momentos de interrupción, de realineación cósmica y de limpieza profunda.
Durante un eclipse, el universo toma las riendas: revela lo oculto, corta lo que ya no está alineado con tu camino y, muchas veces, te empuja a soltar lo que no estabas lista para dejar ir. En vez de manifestar, el trabajo es rendirse. Observar. Escuchar. Dejar que lo que debe irse, se vaya, y permitir que el espacio se vacíe antes de llenarlo otra vez. Los eclipses no son para controlar, sino para confiar.
Tip extra: agenda descanso, haz journaling, arma rituales de limpieza (desde tu casa hasta tus notas del cel) y date chance de fluir. Porque sí, este mes trae caos, pero también trae magia.
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