Taylor Swift explicó cómo recuperó el control de su música
Entretenimiento

Taylor Swift explicó cómo recuperó el control de su música

Por fin, Taylor Swift es dueña absoluta de su música. La cantante anunció que recuperó los derechos de sus primeros seis álbumes, cerrando un capítulo largo, complejo y emocional en su carrera. “Toda la música que he hecho ahora me pertenece”, escribió en su sitio web, confesando que ha llorado de felicidad desde que recibió la noticia.

Lo que no sabíamos es que este momento fue aún más íntimo de lo que parecía. En una reciente entrevista, Taylor contó que envió a Los Ángeles no a un equipo de abogados ni a su management, sino a su mamá Andrea y a su hermano Austin para negociar con Shamrock Capital. Aquí te contamos toda la historia y más detalles que reveló sobre este momento en su vida.

La historia de cómo Taylor Swift recuperó sus masters

Lo que parecía un triunfo económico fue, en realidad, un momento profundamente familiar. En lugar de mandar un equipo de abogados o a su management a negociar, Taylor decidió enviar a Los Ángeles a dos de las personas más importantes de su vida: su mamá, Andrea, y su hermano, Austin Swift. Ellos se reunieron con Shamrock Capital y contaron todo: los años intentando comprar los masters, las ofertas que se cayeron a última hora, los planes que parecían funcionar y se desmoronaban en el último minuto.

Meses después, mientras Taylor estaba en Kansas City con Travis Kelce, recibió la llamada que lo cambió todo. Era su mamá: “Ya tienes tu música”. Ella fue a decírselo a Travis, que estaba jugando videojuegos, intentando sonar tranquila… pero terminó llorando en sus brazos. “Esto cambió mi vida”, dijo después. “Todavía no lo puedo creer”.

La confesión, que hizo durante el pódcast New Heights, vimos Taylor volver a llorar al revivir este momento: “Antes era un pensamiento intrusivo que me dolía, y ahora es: ‘No puedo creer que esto pasó, qué afortunada soy’”. Travis siendo Travis también compartió su versión: “Yo también empecé a llorar, soy un llorón”.  ¿Otra persona que fue de las primeras en enterarse? La cantante Phoebe Bridgers, a quien Taylor llamó todavía entre lágrimas.

Taylor dejó claro que este logro es personal y no necesariamente algo que todos los artistas consideran prioritario. “Si yo no compraba mi música, algún día otra persona se la iba a dejar a sus hijos en su testamento”, explicó.

Aunque ahora ya es dueña de sus masters, Taylor no se arrepiente de haber sacado Taylor Versions de sus álbumes anteriores porque pudo compartir canciones nuevas y colaborar con algunos de sus artistas favortios. especialmente volvió a apreciar Red y amó poder cantar “All Too Well” en su versión de 10 mintos durante el Eras Tour.

@stylesswiftx

taylor getting emotional talking about getting her masters back in the new heights episode travis comforting her, my heart omg ! 🥺 #taylorswift #traviskelce #fypシ#newheights #trending

♬ original sound – ★

La pelea por sus masters

Todo empezó en 2019, cuando Scooter Braun (el manager de Justin Bieber y Ariana Grande) compró Big Machine, la disquera que firmó a Taylor cuando tenía 14 años. Con esa compra, Braun se adueñó también de sus primeros seis discos: Taylor Swift, Fearless, Speak Now, Red, 1989 y Reputation.

Taylor se enteró del trato como cualquier fan más: por internet. Lo vivió como una traición, no solo porque no tuvo oportunidad de comprar sus propias grabaciones, sino porque Braun representaba, en sus palabras, el “privilegio masculino tóxico” de la industria.

Años después, esos masters se revendieron a un fondo de inversión vinculado a la familia Disney, sin avisarle tampoco. Así que Taylor hizo lo impensable: empezó a regrabar sus discos para que los nuevos fueran los que se escucharan en plataformas, licencias de películas y anuncios. Y funcionó. “All Too Well (10 Minute Version” se volvió un himno millennial, y Taylor’s Version se transformó en un statement artístico y económico.

Lee el mensaje completo de Taylor sobre recuperar sus masters

Hola,

Estoy tratando de ordenar mis ideas para decir algo coherente, pero ahora mismo mi mente es como una secuencia de recuerdos. Una especie de carrusel con todos los momentos en los que soñé, deseé y esperé poder decirles esta noticia. Todas las veces que estuve taaaaan cerca, casi lo lograba, y al final se me escapaba. Llegué a pensar que nunca iba a pasar, después de 20 años de que me lo pusieran enfrente solo para quitármelo. Pero todo eso ya quedó atrás. Desde que supe que esto realmente estaba pasando, he estado llorando de felicidad en momentos súper random. Por fin puedo decir estas palabras:

Toda la música que he hecho… ahora me pertenece… a mí.

Y también todos mis videoclips.
Todas las películas de mis conciertos.
Las portadas de los discos y las fotos.
Las canciones que nunca salieron.
Los recuerdos. La magia. La locura.
Cada una de mis eras.
Todo el trabajo de mi vida.

Decir que es el sueño más grande que he cumplido se queda corto. Ustedes, mis fans, saben lo importante que ha sido esto para mí — tanto así que regrabé y lancé cuatro de mis discos, con el nombre de “Taylor’s Version”. Gracias al amor que le dieron a esos álbumes y al éxito que convirtieron The Eras Tour, fue que pude comprar de vuelta mi música. No tengo palabras para agradecerles por ayudarme a reencontrarme con este arte al que le he dedicado mi vida, pero que nunca había sido mío… hasta ahora.

Lo único que siempre quise fue tener la oportunidad de trabajar lo suficiente para poder comprar mi música sin condiciones, sin socios, con total libertad. Le estaré eternamente agradecida a todos en Shamrock Capital por haber sido los primeros en ofrecerme eso. Cada interacción con ellos fue honesta, justa y con mucho respeto. Para ellos fue un negocio, sí, pero sentí que entendieron lo que realmente significaba para mí: Mis recuerdos, mi esfuerzo, mi letra, y mis sueños de décadas. De verdad, estoy infinitamente agradecida. Capaz mi primer tatuaje sea un trébol gigante en la frente, jaja.

Ya sé, ya sé. ¿Y qué pasa con Reputation (Taylor’s Version)? Con toda la sinceridad: ni siquiera he grabado ni un cuarto. Ese disco fue muy específico para esa etapa de mi vida, y cada vez que intentaba rehacerlo, me topaba con una barrera. Toda esa rebeldía, esas ganas de ser comprendida mientras me sentía malinterpretada a propósito, esa esperanza desesperada, ese toque de enojo, sarcasmo y picardía… La verdad es que, de los primeros seis discos, es el único que siento que no se puede mejorar rehaciéndolo. Ni la música, ni las fotos, ni los videos. Así que lo he ido dejando. Habrá un momento (si les interesa la idea) para que salgan esas canciones inéditas del Vault de ese álbum. Ya volví a grabar completo mi álbum debut, y me encanta cómo suena ahora. Esos dos discos aún pueden tener su momento para volver a brillar cuando llegue el tiempo correcto, si eso les emociona. Pero si pasa, no será desde un lugar de tristeza ni nostalgia por lo que me hubiera gustado tener. Será una celebración.

Me emociona muchísimo ver cómo toda esta historia ha vuelto a abrir conversaciones importantes en la industria, entre artistas y fans. Cada vez que un nuevo artista me dice que negoció ser dueño de sus masters gracias a esta lucha, me doy cuenta de lo importante que fue todo esto. Gracias por interesarse en algo que antes se pensaba que era “muy técnico” para que le importara al público general. No tienen idea de cuánto significa para mí que hayan estado pendientes. Todo, absolutamente todo, contó para que hoy estemos aquí.

Gracias a ustedes, su cariño, su apoyo y trabajo en equipo, lo mejor que he tenido… por fin es realmente mío.

Feliz y alucinada,

Taylor

Explora más en: Instyle.mx