Después de dos temporadas brillantes, Andor se despide. Y aunque técnicamente sabíamos desde antes de que empezara cómo terminaba el camino de Cassian Andor (gracias a Rogue One), el final del show logró lo impensable: sorprendernos, rompernos el corazón y darle aún más profundidad a una de las historias más humanas del universo Star Wars.

Creada por Tony Gilroy (sí, el mismo detrás del guión de Rogue One), Andor no fue una serie más. Fue una masterclass en drama político, espionaje, y resistencia emocional que ya se está ganando la reputación como la mejor producción de Star Wars después de la trilogía original. Su final no solo amarra su propia narrativa, sino que se conecta con precisión al arranque de Rogue One. Aquí te lo explicamos todo.
¿Qué pasa en el final?
La segunda mitad de la temporada cierra múltiples ciclos. Luthen Rael, el misterioso espía interpretado por Stellan Skarsgård, termina sacrificándose para proteger el mayor secreto del Imperio: la creación de la Estrella de la Muerte. Su destino no sorprende del todo (él mismo lo anticipó con aquel icónico discurso de la temporada 1), pero su muerte (a manos de su protegida Kleya) es brutal y poética.
Kleya, por cierto, logra escapar de Coruscant gracias a Cassian y K-2SO, su inseparable droide sarcástico, en una secuencia de acción que es puro fan service bien hecho. Al final, Kleya entrega la información clave al liderazgo rebelde: Galen Erso está detrás del diseño de la superarma imperial.
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¿Y qué pasa con los personajes que no aparecen en Rogue One?
Muchos de los secundarios tienen cierres trágicos o irónicos.
- Dedra Meero, la obsesiva agente imperial, termina en prisión, víctima del mismo sistema que defendía.
- Partagaz, su superior, se suicida en una escena muy a lo samurái.
- Perrin, el ex de Mon Mothma, termina solo, triste y tomando en su speeder con otra mujer que claramente no es su esposa.
- Y Bix, la ex de Cassian, sobrevive… con un bebé. ¿El hijo de Cassian? Nunca se confirmó, pero es una bomba emocional que cambia el tono de toda su historia.

La conexión con Rogue One es directa
La última escena de Andor nos muestra a Cassian volando rumbo a los Anillos de Kafrene para reunirse con un contacto rebelde. ¿Te suena? Exacto. Es Tivik, el mismo que aparece al principio de Rogue One.
Lo que Andor revela es que Cassian ya sabe sobre Galen Erso antes de llegar. Fue Kleya quien le pasó esa información. Así que cuando en Rogue One Cassian menciona su nombre y luego mata a Tivik, no es solo un momento frío, es un eco de Luthen y su forma despiadada de hacer guerra.
¿Por qué esto importa?
Porque Andor no solo explica el “cómo” llegamos a Rogue One, sino que redefine el “por qué”. Cassian ya no es solo un espía más. Es alguien que luchó, perdió, amó, y eligió una causa más grande que él. Su muerte en Rogue One fue heroica, pero su vida en Andor fue trágicamente real.
Y lo más bonito: aunque Cassian muere, su legado vive. En ese bebé que Bix cuida. En la Rebelión que ayudó a construir. En cada línea de la historia que lo sigue.
Al final del día, Andor nos recordó que los héroes no siempre sobreviven. Pero sus actos y sus ideales sí.

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