Si leíste el libro We Were Liars en su peak de fama en 2014, seguro ya sabes que la historia llegó a Prime Video en versión serie. Y sí, está buena. Tiene playa, traumas, amores prohibidos, outfits cool y suficientes secretos familiares como para llenar un grupo de WhatsApp.

Aunque la adaptación sigue teniendo el corazón del libro (Cadence, los Liars, el plot twist brutal) también hay varios cambios importantes que hacen que la historia se sienta un poco más intensa, más actual y, obvio, más televisiva.
¿Vale la pena verla si ya sabes el final? Totalmente. Pero si necesitas un mapa rápido de lo que cambiaron, aquí te va. Y claro, advertencia de spoilers.
Los cambios de We Were Liars la serie (y qué tanto se aleja del libro)
Un cambio de narrador
Una de las cosas más notorias del libro es que todo lo vemos desde la perspectiva de Cadence: sus pensamientos, su dolor, sus memorias borrosas. Eso hace que la lectura sea súper personal, casi como estar dentro de su cabeza.
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En la serie, esa perspectiva se abre. No solo vemos lo que vive Cady, sino también lo que está pasando con el resto de los personajes: sus conflictos, sus deseos, sus enojos con el patriarca Harris Sinclair. Esto convierte el drama en algo mucho más grande. Todos tienen voz, todos cargan con algo, y eso hace que la serie se sienta más rica en matices.

El tiempo avanza distinto (y más rápido)
Una de las diferencias más notables entre el libro y la serie es el manejo del tiempo. En la novela, la tragedia ocurre al final del verano 15. Cadence, la protagonista, pasa un año recuperándose: primero en casa, lidiando con sus heridas físicas, y luego en Europa con su padre. No vuelve a la isla Beechwood hasta el verano 17, dos años después del accidente.
En cambio, la serie acelera los acontecimientos. La explosión ocurre en el verano 16 y Cadence regresa apenas un año después, lista (o no tanto) para enfrentarse a sus recuerdos. Esta versión más rápida reduce el tiempo de reflexión y añade más urgencia a su duelo… y al drama familiar.
Los fantasmas son menos creepy
Sí, hay fantasmas. Y sí, siguen siendo los amigos de Cady. Pero a diferencia del libro, donde se van deteriorando físicamente conforme Cadence se acerca a la verdad. Sus emociones se intensifican, sus “casas” están sucias, y todo su entorno refleja el trauma. en la serie los vemos más “estables”, casi soñados.
Como si fueran una proyección del deseo de Cadence por no dejarlos ir. Esto le quita un poco de impacto visual pero hace que el tono sea más nostálgico que oscuro. ¿Menos creepy? Sí. ¿Igual de efectivo? Bastante.

Un incendio, dos versiones
Sabemos que este es el momento clave de la historia. Ambas versiones comparten la misma tragedia, pero con versiones diferentes. En el libro, Cadence accidentalmente inicia el fuego en el lado equivocado de la casa, atrapando a sus primos y a Gat.
En la serie, Gat está fuera, en el bote, y entra en pánico al no verlos salir. Johnny y Mirren se distraen con objetos personales y terminan atrapados por el humo. Cadence también tiene su momento impulsivo: sube por un collar de perlas negras de su abuela… y luego regresa para intentar salvar a los perros. Lo emocional se mantiene, pero el grado de culpa cambia.
Los Liars tienen más personalidad
En el libro, la historia gira casi por completo en torno a Cadence y Gat. Johnny y Mirren, aunque están presentes, se sienten más planos. La serie cambia eso por completo: Mirren y Johnny cobran vida propia.
Mirren deja de ser solo “la que está enferma” para volverse una chica con sueños, dudas y carácter. Tiene dos romances, además de un interés artístico y una personalidad mucho más definida. Johnny también crece: mantiene su humor irónico, pero ahora enfrenta líos con la ley, cuestiona su lugar en la familia y explora su bisexualidad, un rasgo que no aparece en el libro.
Gat sigue siendo Gat: inteligente, crítico, pero en la serie se muestra más directo y firme en su rechazo al mundo perfecto (y superficial) de los Sinclair.
La serie, en resumen, le da a los secundarios la profundidad que el libro apenas insinúa.

Hay nuevos personajes (y nuevos conflictos)
La serie introduce a Rosemary, la hermana Sinclair que murió de niña y que solo aparece en el libro precuela Family of Liars. Esto deja clarísimo que hay planes para una segunda temporada. También le dan un rol activo al tío Ed (el padrastro de Johnny), explorando temas de racismo y aceptación que en el libro apenas se tocan. Todo esto suma para que la familia Sinclair no solo sea rica y problemática, sino también más real, más actual.
El abuelo Harris ya sabe todo (y no se queda callado)
En el libro, el secreto del incendio queda en el aire. Todos lo sospechan, pero nadie lo dice. Es algo que se calla. En la serie, eso cambia: el abuelo Harris enfrenta a Cadence directamente. Sabe lo que pasó y le propone guardar silencio para que ella siga siendo vista como una heroína. Pero Cadence no acepta. Fiel a lo que cree, elige no mentir y se aleja. Es un cambio que le da más fuerza a la historia y resalta la importancia de decir la verdad, aunque duela.

¿Entonces… la serie es mejor que el libro?
No necesariamente. Pero tampoco es una simple copia y muchos fans la han llamado la mejor adaptación de un libro en mucho tiempo.
Ideal para quienes leyeron el libro hace años y quieren revivirlo con nuevos ojos. O para quienes nunca lo leyeron y están listas para el caos, el lujo, el trauma generacional y un final que nadie ve venir (aunque esté anunciado desde el primer capítulo).
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