Cuando creímos que Ginny & Georgia ya no podía sorprendernos más, llega el final de la temporada 3 y nos deja en shock. Desde su estreno en 2021, esta serie de madre e hija se ha convertido en uno de los mayores éxitos de Netflix gracias a su mezcla de Gilmore Girl’s y crimen real.
Pero el cierre de temporada lo lleva todo a otro nivel: un juicio por asesinato, mentiras orquestadas por adolescentes, redención, traumas familiares… y sí, tal vez otro bebé en camino.
Georgia, ¿culpable o simplemente manipuladora profesional?
La gran tensión de la temporada gira en torno al juicio de Georgia por el asesinato de Tom Fuller. Por un momento, parecía que la iban a condenar. Pero todo cambia cuando su hijo Austin sube al estrado y acusa a su padre, Gil, de haber cometido el crimen. Lo que nadie sabe en ese momento (excepto Ginny) es que esa mentira fue planeada como parte de un elaborado plan para salvar a Georgia de la cárcel.
Sí, la hija se convierte en la madre. Literalmente. Ginny chantajea a Cynthia, manipula a Austin y hasta recluta a la novia de su papá como abogada defensora. Todo para evitar que su familia se desintegre. Es un movimiento un poco moralmente cuestionable, pero totalmente efectivo. Georgia queda libre. Y Ginny, oficialmente, cruza la línea: ya no solo protege a su mamá… Ahora es su mamá.
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¿Un nuevo bebé (y más caos) en camino?
Y justo cuando parece que la calma regresa, llega el momento bomba: Ginny ve a su madre tomando leche directamente del cartón (Georgia nunca hace eso), y le pregunta: “¿No dijiste que solo tomas leche cuando estás embarazada?” Corte a: silencio incómodo, miradas de pánico y créditos.
Confirmado por la creadora Sarah Lampert: Georgia sí está embarazada. Lo que no sabemos es de quién. ¿Es del alcalde Paul, de quien acaba de separarse? ¿O es de Joe, el eterno “casi algo”? Lo que sí sabemos es que este nuevo giro promete mucho drama emocional más.
Como si no fuera suficiente, recordemos que hace unos capítulos Georgia fingió estar embarazada usando la prueba de Ginny para retener a Paul. Entonces ahora que sí está embarazada, la ironía es brutal.
¿Dónde queda Ginny en todo esto?
Ginny termina la temporada convertida en una versión de su mamá. Pero también más empoderada. Ella toma decisiones difíciles para proteger a su hermano y se enfrenta de lleno a las consecuencias de haber crecido con una figura tan ambigua como Georgia. Por primera vez, vemos que ya no quiere solo sobrevivir a su mamá, sino entenderla y superarla.
Mientras tanto, su relación con Marcus queda en pausa. Él se va a rehab tras una crisis depresiva, y Ginny le deja un poema como despedida temporal. Porque antes de poder estar bien juntos, él necesita estar bien consigo mismo.
¿Qué sigue para Georgia (y para la serie)?
El final sugiere que Georgia podría intentar cambiar. Está libre, pero devastada por lo que sus hijos hicieron para salvarla. Y por primera vez, considera ir a terapia. Sí, la Georgia. Esto marca un punto de quiebre para la serie: ¿veremos una nueva etapa de sanación y honestidad, o simplemente más caos con mejor estilo?
También hay amenazas del pasado que resurgen: su papá, desde prisión, le advierte que su mamá (a la que no ha visto en años) podría estar buscándola. ¿La próxima gran villana de la serie? Tendremos que esperar a la temporada 3.
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