Taylor Swift lo volvió a hacer. La cantante acaba de lanzar The Life Of a Showgirl, su esperado duodécimo álbum de estudio, y hay una canción que se ha convertido en una de las más comentadas: “Elizabeth Taylor”, el segundo track del disco.
Y no, no es casualidad. Esta mención no es solo un guiño vintage, es un reflejo de una conexión más profunda entre dos mujeres que supieron brillar bajo los reflectores, incluso cuando el precio de la fama se volvió demasiado alto.
¿Por qué Elizabeth Taylor? ¿Por qué ahora?
No es la primera vez que Swift se inspira en figuras femeninas icónicas. Ya lo hizo con Clara Bow, la “it girl” del cine mudo, en The Tortured Poets Department. Pero con Elizabeth Taylor, la conexión es mucho más íntima, incluso simbólica.
Elizabeth Taylor fue una de las actrices más queridas, y también más criticadas, de la historia de Hollywood. Con dos premios Óscar, ocho matrimonios y una vida llena de glamour, escándalos y momentos históricos, se convirtió en el arquetipo de la “celebridad” moderna. Taylor Swift, a sus 35 años, ha vivido una versión contemporánea de esa fama, relaciones sentimentales que se vuelven virales, letras analizadas al milímetro, giras convertidas en fenómenos culturales globales.
En “Elizabeth Taylor”, Swift parece hablar de sus relaciones pasadas bajo la presión del público: “Todos los hombres buenos / Prometieron que se quedarían / Bajo las luces brillantes / Se marchitaron.” Una línea que muchos fans interpretan como una indirecta hacia Joe Alwyn, cuya relación con Swift terminó después de seis años.
La diferencia llega cuando canta: “Pero tú floreces”, un guiño a Travis Kelce, su actual pareja, y a la estabilidad que ha encontrado. A Travis no le asusta el spotlight; de hecho, parece disfrutarlo, y mucho. La metáfora se intensifica con: “Si tus cartas alguna vez dijeran ‘Adiós’ / lloraría hasta que mis ojos se volvieran violeta”, una referencia directa a los famosos ojos color violeta de Elizabeth Taylor.
De Richard Burton a “…Ready For It?”
La conexión entre ambas Taylors no es nueva. En 2017, Swift lanzó “…Ready For It?” con la frase: “Él puede ser mi carcelero / Burton para mi Taylor”. Una referencia explícita a la tóxica pero legendaria relación entre Elizabeth Taylor y Richard Burton. Se amaron y se odiaron, se casaron dos veces y protagonizaron once películas juntos. Fueron, durante muchos años, la pareja más famosa y más disfuncional de Hollywood.
Al igual que Elizabeth, Swift ha tenido relaciones que el mundo entero sintió que podía opinar , de Harry Styles a Joe Alwyn, y que, lejos de guardarse para sí, ha transformado en arte pop. Hasta en lo visual, las conexiones son evidentes. El video de “Wildest Dreams” parece un homenaje a los rodajes de los 50 y 60, con una Swift de pelo negro similar al icónico peinado y color de Elizabeth Taylor.
¿Casualidad? No lo creemos. De hecho, en el podcast New Heights, Swift confesó que le encanta esconder easter eggs años antes de que alguien los descubra. ¿Será que esta conexión con Liz viene cocinándose desde la era 1989? Con Taylor, nada es accidental.
Estrellas opacadas por su vida amorosa
En The Life Of a Showgirl, Taylor Swift reinterpreta el concepto de “showgirl” como una afirmación de poder y control. A lo largo de sus distintas eras, ha construido una estética y narrativa propias, pero también ha tenido que enfrentar el juicio constante sobre su vida amorosa. Al igual que Elizabeth Taylor, Swift ha vivido bajo la lupa pública, y ha tenido que demostrar que su valor no se limita a sus relaciones, sino a su talento, visión y legado.
La canción “Elizabeth Taylor” no es solo un tributo, es un espejo. Elizabeth, con ocho matrimonios y una carrera brillante, fue muchas veces opacada por los titulares sobre su vida personal. La cantante incluso le habla directamente a la actriz: “Dime la verdad / ¿Crees que será para siempre?” Un ruego que combina angustia y esperanza, como si buscara consejo de alguien que conoció los extremos del amor mediático.
Swift parece entender ese peso mejor que nadie. En este nuevo álbum, la conexión entre ambas no sólo es artística, sino dos mujeres que se negaron a ser definidas por el amor… y eligieron contarse a sí mismas a través del arte.
Explora más en: Instyle.mx