Beyoncé nunca hace nada a medias. Y anoche en Los Ángeles, con el arranque oficial de su gira Cowboy Carter and the Rodeo Chitlin’ Circuit Tour, nos recordó por qué sigue siendo una fuerza imparable dentro de la industria musical. Con un show que duró casi tres horas y que fue tan teatral como político, tan poderoso como íntimo, la estrella dio inicio a una nueva era marcada por botas, guitarras, crítica social… y sí, amor maternal.
Beyoncé arranca su Cowboy Carter Tour
Desde el primer segundo, Beyoncé dejó claro que esto no era cualquier concierto. El show abrió con “American Requiem”, entre fuegos artificiales, luces robóticas y pantallas que mostraban un mensaje contundente: “Reclamation of America”. En una imagen que aún hoy está dando vueltas en redes, la cantante aparece con una banda cruzada con ese mismo lema, como una especie de reina revolucionaria del sur de Estados Unidos.
Después de ese potente arranque, Bey tomó un respiro para agradecer al público y cantar su versión de “Blackbird” de The Beatles. “Gracias por dejarme hacer este disco”, dijo con emoción. “Gracias por darme la libertad de retarme a mí misma. Significa muchísimo.”
Moda vaquera, pero en versión haute couture
Hablemos de los looks, porque OBVIO. A lo largo del show, Beyoncé desfiló con una colección espectacular de piezas inspiradas en el viejo oeste, cortesía de casas de moda como Mugler, Moschino, Roberto Cavalli y Burberry. Hubo flecos, cristales, corsets, botas metálicas, sombreros oversize y hasta detalles mecánicos. Cada atuendo era un personaje, una narrativa en sí misma, pensada para complementar los temas de la noche: libertad, identidad, resistencia y poder femenino.
Uno de los más mind-blowing fue el vestido de ANREALAGE, parte de su colección Fall/Winter 2024, diseñado por el genio japonés Kunihiko Morinaga. La casa, conocida por mezclar tecnología y moda, creó un vestido glowing a la medida para Bey que proyectaba fuegos artificiales digitales y patrones en rojo y azul patriótico. Literal, un espectáculo en movimiento.
De Burberry usó un bodysuit y chaparreras adornadas con cristales Swarovski, combinadas con un cinturón con la leyenda Cowboy Carter.
Blue Ivy y Rumi toman el escenario
La noche tuvo un toque profundamente personal cuando Beyoncé compartió el escenario con sus hijas. Blue Ivy, de 13 años, volvió a robarse los aplausos al bailar junto a su mamá durante “America Has a Problem” y más tarde en “Deja Vu”. Pero la sorpresa que derritió al estadio fue la aparición de la pequeña Rumi Carter, de solo 7 años, quien hizo su debut oficial durante la emotiva interpretación de “Protector”.
Un homenaje visual y sonoro a la historia afrodescendiente
Más allá del espectáculo, Cowboy Carter Tour funciona también como una clase de historia. Durante el show, Beyoncé proyecta clips que rinden homenaje a figuras clave como Linda Martell y Sister Rosetta Tharpe, pioneras afrodescendientes en la música country y el rock que históricamente han sido ignoradas por la narrativa principal. También se incluyen fragmentos de noticias y críticas racistas que surgieron tras su incursión en el género country… pero en lugar de explicarse, ella responde con un espectáculo.
¿Estamos ante el show más ambicioso de su carrera?
Todo indica que sí. Hay caballos suspendidos, coches lowrider que flotan en el aire, ventiladores gigantes en forma de rines dorados, visuales que parecen películas sci-fi del sur gótico y una banda sonora que va del country al soul, del house al góspel, sin perder identidad. Es Beyoncé reinventando su propio mito, empujando los límites otra vez.
Si la noche uno fue así de impactante, no podemos ni imaginar lo que viene en las siguientes paradas de la gira. ¿Habrá más cameos de sus hijas? ¿Nuevos visuales? ¿Looks inéditos? Solo sabemos una cosa: Beyoncé no hace repeticiones. Cada show es único y cada presentación, una oportunidad para sorprendernos.
El setlist completo del Cowboy Carter Tour de Beyoncé
El setlist (de aproximadamente 35 canciones) fue una masterclass en cómo unir distintas eras musicales sin perder el hilo. Aunque la primera parte del show se centró en Cowboy Carter (con himnos como “Texas Hold ’Em” y “Bodyguard”), Beyoncé no se olvidó de sus otros discos: hubo momentos para bailar con los hits de Renaissance, gritar con la intensidad de I Am… Sasha Fierce y hasta cantar con nostalgia durante “Daddy Lessons”.
Uno de los highlights fue el regreso de los brazos robóticos del Renaissance Tour, que en esta ocasión le sirvieron una copa de whisky mientras ella comenzaba la coreografía de “Cozy”.
El setlist de Cowboy Carter
“Ameriican Requiem”
“Blackbiird”
“The Star Spangled Banner”
“Freedom”
“Ya Ya” with “Why Don’t You Love Me” mash-up
“Oh Louisiana”
“America Has a Problem”
“Spaghetti”
“Formation”
“My House”
“Diva”
“Alligator Tears”
“Just for Fun”
“Protector”
“Flamenco”
“Move”
“Desert Eagle”
“Riiverdance”
“II Hands II Heaven”
“Sweet Honey Buckin'” with “Summer Renaissance”
“Jolene”
“Daddy Lessons”
“Bodyguard”
“II Most Wanted”
“Cuff It “/ “Cuff It (Wetter Remix)” / “Dance For You” mash-up
“Tyrant”
“Thique” / “Say My Name” / “All Up In Your Mind” mash-up
“Levii’s Jeans”
“Daughter”
“I’m That Girl”
“Cozy”
“Alien Superstar”
“Deja Vu”
“Texas Hold ‘Em” / “Pony Up” / “Church Girl” mash-up
“Crazy in Love” / “Freakum Dress” mash-up
“Heated” with “Where Them Fans” by 803fresh
“Before I Let Go”
“16 Carriages”
“Amen”
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