Hay películas que llegan de forma silenciosa, sin tanto ruido, sin campañas gigantescas ni mucha expectativa… y luego está Sinners. Una peli que, contra todo, no solo se ha convertido en una de las películas mejor calificadas en la historia de Rotten Tomatoes, sino que también está redefiniendo lo que una producción original puede lograr en taquilla, crítica y conversación cultural.
Sí, leíste bien: Sinners ya tiene un 98% de aprobación por parte de la crítica y un 97% del público general, cifras que la colocan en la misma liga que The Godfather, y por encima de títulos que parecían intocables como Parasite, Inside Out o Coco.
¿Y lo más impresionante? No está basada en ningún libro. No es parte de Marvel. No es un remake ni una secuela. Es una historia completamente original salida de la mente del director Ryan Coogler (Black Panther, Creed, Fruitvale Station), quien regresa aquí a su lado más creativo y experimental.

Vampiros, blues y Mississippi
Sinners nos lleva a Clarksdale, Mississippi, en 1932, una época llena de tensiones, heridas abiertas y mucho, pero mucho blues. En este contexto llega la historia de Smoke y Stack, hermanos gemelos interpretados por Michael B. Jordan (sí, interpreta a los dos), que regresan a su pueblo natal después de sobrevivir la Primera Guerra Mundial y una temporada salvaje en Chicago.
Su plan: abrir un juke joint (un bar musical) en una casa abandonada. Pero lo que arranca como una historia de redención sureña se transforma en una pesadilla cuando los vampiros entran en escena.

La forma correcta de ver Sinners
A diferencia de muchos blockbusters que empiezan fuerte y se desinflan, Sinners hace lo contrario. Arranca con calma, creando atmósfera, y poco a poco se convierte en un torbellino emocional que, en su último acto, se vuelve casi hipnótico. La crítica ya lo está diciendo: hay una secuencia en particular que quedará marcada en la historia del cine contemporáneo. No diremos cuál es, solo te adelantamos que la vas a reconocer al instante.
¿Un consejo? Si tienes la oportunidad, ve la película en IMAX. La cinematografía está pensada para este formato y se nota: cada sombra, cada plano detalle, cada escena de música en vivo se siente como si estuvieras dentro del juke joint con los personajes.

¿Por qué importa tanto Sinners?
En un mundo donde todo son secuelas, superhéroes y franquicias gigantes, Sinners llegó para probar que las historias originales todavía pueden romperla.
Una película con clasificación R, sin efectos especiales excesivamente caros ni conexión con ningún universo cinematográfico… y aún así hizo más de $50 millones en su primer fin de semana. Eso no pasa todos los días. Literalmente está haciendo historia.
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