Ana Sofía Gatica: “la intuición es la herramienta más poderosa que tenemos las mujeres”
Entretenimiento

Ana Sofía Gatica: “la intuición es la herramienta más poderosa que tenemos las mujeres”

Dueña de un talento camaleónico y una voz que no teme incomodar, Ana Sofía Gatica vive uno de los momentos más emocionantes de su carrera. Tras conquistar el teatro y la televisión con personajes complejos y llenos de fuerza, hoy da vida a Livia Martínez en Pecados Inconfesables, la nueva serie de Netflix que explora deseo, poder y secretos familiares. Con un estilo personal que abraza el cambio y una mirada honesta sobre la vida, la actriz mexicana nos habla sobre sus retos, su pasión por contar historias que dejan huella y la importancia de mantenerse fiel a la intuición.

Ana Sofía Gatica. Foto: Jazmin H. Makeup: Ger Parra. Hair: Ernesto Vargas. Styling: JJ Rizo
Ana Sofía Gatica. Foto: Jazmin H.

De Celda 211 a Pecados inconfesables… así evoluciona Ana Sofía Gatica

Pecados inconfesables enfrenta temas como deseo, poder y corrupción. ¿Cómo fue tu primer acercamiento al personaje de Livia Martínez? ¿Qué te atrajo de ella?

Llegó a mi por un casting, y ese fue mi primer acercamiento. Me llamó muchísimo la atención la personalidad tan marcada que tenía en la escena, era una escena donde confronta a su papá. Y cuando tuve la oportunidad de leer el guión, me gustó muchísimo ese viaje y ese cambio en el personaje. Era muy importante para mi entender las razones por las cuales Livia pasa por todos los lugares por los que pasa en la serie porque, empieza en punto “A” y termina en punto “Z”, recorre un camino muy particular y muy cambiante.

Livia es una joven rebelde, marcada por el dolor y la frustración familiar. ¿Cómo construiste esa intensidad emocional en pantalla? ¿Hubo alguna preparación especial?

La intensidad emocional en pantalla la construí a partir de tener muy claro quién era la familia y qué representaba para ella. La construcción la hicimos en equipo Erick Hayser, Manuel Masalva y yo como familia. La preparación especial que tuve, tiene que ver mucho con entender las necesidades y los miedos de Livia, y sus heridas más profundas porque siento que acciona mucho desde ahí.

Tu carrera comenzó en teatro antes de incursionar en la pantalla. ¿Cómo ha sido el cambio de teatro a las pantallas?¿Cambió algo para ti?

El cambio del teatro a las pantallas ha sido abismal. La verdad es que, como lo platico con muchos colegas, son idiomas diferentes. Entonces, aprender el idioma de las pantallas, sobre todo la parte del formato de las series, ha sido un reto gigante, un cambio muy abrupto en mi carrera, porque no es algo que esperaba, pero de mucho aprendizaje. Creo que he podido crecer y entender gracias a los compañeros y complementos que me han tocado, y al equipo de producción que siento que es vital para que esos procesos pasen, la dirección, la producción, la gente que está en el set.

Video Recomendado

Estuviste en Control Z y luego en Celda 211, ¿cómo comparas esos roles y trabajos con Pecados inconfesables?

Es muy loco, porque siento que Control Z y Pecados Inconfesables comparten el universo de las redes sociales y la virtualidad, entonces en ese sentido creo que más allá de comparar, encuentro muchas similitudes en el proyecto aunque sea direccionado para públicos diferentes, y con otros conflictos; siento que uno es más para jóvenes y el otro es más para adultos. Y Celda 211 tiene un impulso muy político en el discurso, y muy actual en nuestro país. Aunque los tres personajes, son de mujeres con personalidades muy fuertes, son muy diferentes entre sí, eso para mí es lo más enriquecedor de mi chamba y lo que más me gusta.

¿Cuál es tu filosofía de estilo a la hora de presentarte en público o en redes?

Tiene que ver con ser lo más yo y para ser yo es simplemente sentirme libre

¿Cómo vives la moda y la belleza en tu día a día? ¿Te inspiras en referencias específicas o sigues una línea estética particular?

No hay un estilo que me define porque me gusta la moda, me gusta la ropa, cada día me visto de manera diferente y creo que eso es parte de mi estilo. No le tengo miedo a los cambios y a probar cosas, lo podemos ver un poco con mi pelo, que en los últimos cuatro años he cambiado constantemente, es algo que me gusta.

¿Cómo seleccionas los proyectos que haces ahora? ¿Qué buscas en los guiones o en los personajes que interpretas?

Tiene que ver mucho con el momento de vida en el que estoy. Eso incluye cuando estoy haciendo teatro, cuando estoy haciendo cine, o cuando estoy más volcada en lo audiovisual. Este año y medio que pasó yo tomé una decisión, quería probar el formato series y el formato audiovisual a gran escala, me empapé muchísimo de eso porque había cosas que necesitaba entender de ese lenguaje.

Pero sin duda, para mí es muy importante que mucho de lo que me importa como ser humano se vea reflejado en la historia. Hay una parte de mucha denuncia de mi parte, y no siempre tienen que ser personajes contestatarios, rebeldes, confrontativos, no va por ahí; tiene que ver más con el proyecto, que me da la oportunidad de explorar facetas que para mí son importantes de explorar e historias dignas de contarse y verse retratadas.

¿Qué puedes compartirnos sobre futuros proyectos?

Estoy filmando ahorita Dinastía Casillas, que es el spin off de El Señor de los Cielos. Para mí es la primera vez que incursiono en el mundo de la televisión. Trabajar con Telemundo ha sido muy lindo, estoy aprendiendo muchísimo porque es otra manera de trabajar, otro lenguaje, otros tiempos, otras prioridades. Tengo muchas ganas de ser políglota: hablar cine, teatro, televisión, series, documentales, todo lo que se pueda explorar, estoy muy dispuesta a hablarlo y a profundizar en eso.

¿Qué le dirías a las mujeres jóvenes que te siguen en redes y que se identifican con tu voz honesta sobre salud, arte y estilo?

Les diría que para mí es muy importante que las mujeres le seamos fiel a nuestra intuición. Creo que en la vida, mientras más apagada tengamos nuestra intuición, menos peligrosas nos volvemos para el sistema, y con peligrosa no me refiero a algo malo, sino que cuando tenemos nuestra intuición bien colocada vemos por nosotras y empezamos a priorizarnos cueste lo que cueste. Puede que al sistema no le guste pero es lo más importante, y va de la mano con todo: en el trabajo, en el amor, con nuestras relaciones personales, con nuestro cuerpo, nuestra salud, con el ejercicio. Estamos rodeadas de tantos estímulos que dejamos de observarnos y de escucharnos.

Explora más en: Instyle.mx