Agustín Della Corte, el actor uruguayo y exjugador de Rugby que cautivó al mundo con La sociedad de la nieve se enfrenta a su primer protagónico global con OLYMPO, la nueva serie de Netflix que promete acción, drama y una mirada cruda al alto rendimiento deportivo.
En esta conversación exclusiva, el actor que interpreta a Roque, un jugador de rugby abiertamente gay, nos habla sobre vulnerabilidad, estilo, rebeldía, disciplina y éxito —ese concepto que, en sus palabras, todos deberíamos revisar más seguido.
Agustín Della Corte y su expansión profesional
Vienes de participar en un fenómeno como La sociedad de la nieve y ahora das el salto como protagonista en OLYMPO. ¿Cómo viviste este cambio de registro y responsabilidad?
Sin duda La Sociedad de la nieve fue una experiencia increíble y a todos los que participamos en el proyecto nos significó un hito a nivel personal. Personalmente en lo profesional, fue literalmente una academia de cine e interpretación y una ventana de visibilidad muy buena.
Sin embargo, luego de la película me quedé con muchas ganas de participar en un proyecto en el que pudiera hacerme cargo de un personaje con más protagonismo, y por eso Olympo fue una oportunidad espectacular. Llevar adelante a un personaje con más peso me cargó de una responsabilidad muy grande por lo obsesivo y detallista que soy con respecto a mi trabajo, y también tuve que adaptarme a un registro actoral distinto al que venía explorando hasta ese entonces.
Creo que fue un gran salto porque la experiencia que te aportan las horas de rodaje no te la aporta ninguna otra cosa, y de eso en Olympo, afortunadamente tuve un montón.
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OLYMPO tiene mucha acción y polémica… ¿Qué fue lo que pensaste cuando leíste el guion por primera vez?
Me pareció muy interesante la forma en la que la historia se mete en la vida personal de estos deportistas de alto rendimiento. Estamos acostumbrados a ver a los deportistas competir, ganar, perder, pero no tenemos acceso a qué es lo que viven más allá del campo de juego.
La presión constante, el sacrificio que hacen, el desgaste físico y mental al que están expuestos y la forma en que eso afecta su vidas y sus vínculos a nivel personal. Todo eso no es algo a lo que tengamos acceso como espectadores, que la serie se meta a ver qué pasa ahí me parece súper atrapante porque ahí hay mucho en juego, y es un entorno muy rico para crear ficción.

Tu personaje tiene una carga física y emocional intensa. ¿Cómo te preparaste para el papel, tanto en lo actoral como en lo físico?
Entrenamos muy duro y nos pusimos bajo un régimen muy estricto de alimentación durante cuatro meses previos al rodaje, y luego tuvimos que mantener ese nivel de entrenamiento y compromiso con las dietas durante los cinco meses que estuvimos rodando. Fue súper necesario un nivel altísimo de disciplina porque en poco tiempo teníamos que vernos como deportistas que entrenaron toda su vida, y creo que es algo que está muy bien logrado.
En lo actoral, la producción se encargó de que llegáramos al rodaje con casi toda la serie ensayada, eso nos ayudó a afianzarnos en los personajes y componer también los vínculos entre ellos, que son varios y bastante complejos. Hubo mucho trabajo de mesa junto a los directores y a nuestro increíble coach actoral Enio Mejía. Creo que sin duda, el acting es uno de los puntos altos de la serie.
¿Hay algún rasgo de tu personaje con el que te identifiques o que haya sacado algo nuevo de ti como actor?
Creo que un personaje es siempre una versión de uno mismo y me atrae muchísimo eso de la actuación: poder explorar a través de un personaje, nuevas dimensiones de mí mismo. Creo que Roque posee una sensibilidad y una vulnerabilidad que no me son ajenas, pero sí que no tengo tan a flor de piel, por eso me encantó explorar esa parte de mí mismo a través de él y descubrir que también puedo darme esos lugares de mayor vulnerabilidad.
También creo que he enfrentado algunas situaciones de injusticia, (Roque demuestra un nivel de rebeldía con el que yo, en mi propia vida quizás no me siento tan cómodo) me gustó interpretar a un personaje que puede vencer el miedo de alzar la bandera de sus ideales y enfrentar las consecuencias de plantarse por una causa justa. Me hizo reflexionar muchísimo sobre qué tanto estaría dispuesto yo a dar por defender mis propias causas. También espero que se haya generado algo de esto en los espectadores.

¿Cómo definirías tu estilo fuera del set? ¿Eres de los que planean looks o prefieres lo espontáneo?
La verdad es que prefiero siempre lo espontáneo para el día a día, tengo mis essentials en los que confío siempre, pero igualmente soy de arreglarme o pensar bastante en el look si la situación lo amerita. Soy de los que cree firmemente en que la ropa que usamos expresa en gran medida parte de lo que somos y me gusta que mis looks me representen.
Soy muy de ir por prendas sencillas y cómodas para el diario. Soy muy activo, salgo a correr, voy al gimnasio y me gusta ir de un lado para el otro caminando o en bicicleta, por eso creo que los atuendos del tipo casual-deportivo son los que más me van. En este sentido, adidas es una marca que me representa muchísimo y que elijo bastante, especialmente en la línea Originals.
Para ocasiones especiales, eventos o red carpets me he sentido súper cómodo vistiendo Dolce&Gabbana, es una marca que me atrae mucho por la atención que presta a los pequeños detalles, y con la que me siento muy identificado en cuanto a la imagen que transmite.
¿Qué te inspira fuera del trabajo? ¿Qué música escuchas, qué libros te marcan o a qué artistas sigues de cerca?
Creo que para el actor, por los períodos de parón que a veces enfrentamos, es importantísimo encontrar en el día a día cosas que nos motiven y nos mantengan activos y creativos. La música me acompaña durante casi todo el día, diario hay tiempo para lecturas de todo tipo, y también para ver pelis y series. Me gusta mucho la escritura y comparto instancias semanales con un grupo de escritura con el que nos juntamos de manera online a leer nuestros trabajos y charlar sobre eso. Creo que no sólo nos mantiene activos cerebralmente, sino que ver el trabajo de los demás nos aporta una información invaluable que luego inconscientemente se nos queda grabada y podemos poner al servicio de nuestro propio trabajo.
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