Damiano David, vocalista de Måneskin y embajador no oficial del nuevo rock italiano, acaba de hacer algo impensable: dejó atrás los pantalones de cuero, las letras en italiano y las guitarras eléctricas… para convertirse en un pop star de Los Ángeles. ¿Traición? ¿Evolución? ¿Crisis de identidad?
Depende de a quién le preguntes, pero lo cierto es que su nuevo capítulo en solitario ha dividido a su fandom como pocas cosas lo han hecho desde su debut en Eurovisión 2021.
Todo empezó en Roma
Para entender el drama, hay que regresar a ese legendario 2021. Italia no partía como favorita en Eurovisión: la competencia incluía propuestas fuertes como “Voilà” de la francesa Barbara Pravi, el electro-folk ucraniano de “GO_A”, y el futurismo pop de los islandeses “Gagnamagnið”. Pero algo tenía Måneskin que los demás no: actitud.
Con “Zitti e buoni”, un tema de rock explosivo en italiano y un look que mezclaba exceso, sensualidad y actitud, la banda no solo ganó Eurovisión, marcó el inicio de una nueva era para el rock europeo. Damiano cerró la noche con un grito que lo dijo todo: “Rock and roll never dies”, una frase que se volvió mantra para toda una generación que volvía a creer en el poder del rock.
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De romperla en el escenario a romper la banda
El éxito global fue inmediato. “I Wanna Be Your Slave” y “Beggin’” invadieron TikTok y Spotify. Måneskin llenó escenarios en todo el mundo, colaboró con leyendas como Iggy Pop, apareció en programas de televisión estadounidenses y, por un rato, hizo que la industria creyera que el rock volvía a estar de moda.
Pero con el éxito vinieron los cambios. El segundo álbum, Rush!, fue mayoritariamente en inglés y diseñado para un público más amplio. Para quienes se enamoraron con canciones como “VENT’ANNI” o “IN NOME DEL PADRE”, el nuevo sonido resultó… decepcionante.
A finales de 2024, tras cerrar una gira mundial, la banda anunció que se tomaría un descanso para explorar proyectos personales. Oficialmente, no hay ruptura. Pero los silencios son largos, las declaraciones vagas y las agendas individuales cada vez más ocupadas.
Victoria De Angelis, por ejemplo, se lanzó como DJ y en otoño de 2024 estrenó “GET UP BITCH! (Shake Ya Ass)”, un track techno con Anitta que la llevó directo al soundtrack no oficial de la próxima rave de Dolce & Gabbana. Ethan y Thomas han estado más discretos, trabajando en música y colaboraciones.
Pero el foco está, inevitablemente, en Damiano.
The old Damiano can’t come to the phone right now
Desde que se mudó a Los Ángeles y comenzó una relación con la actriz y ex estrella Disney, Dove Cameron, Damiano ha mostrado una transformación radical. Su primer álbum solista, FUNNY little FEARS (que salió el 16 de mayo), es todo lo contrario a lo que representó como líder de Måneskin: melódico, letras románticas, sintetizadores suaves y un vibe extremadamente pop.
Su primer sencillo, “Born With a Broken Heart”, fue un éxito para conectar con nuevas audiencias, pero si lo escuchas, es casi lo opuesto a lo que atrajo a los fans originales. Ahora, con “Tango”, lo están destrozando en TikTok por sonar como el pop más genérico y edulcorado que te puedas imaginar. Para muchos, Damiano ya no suena como Damiano. Su voz sigue ahí, sí, pero su actitud… no tanto. Y tratándose de Damiano, eso representa al menos el 50% de su encanto.
¿Damiano traicionó su esencia?
En abril, Damiano apareció en el podcast Counter-Melodies y no evitó la gran pregunta: ¿qué pasó con el “rock and roll never dies”? Su respuesta fue clara: “Esa frase se malinterpretó. Nunca quise decir que yo era el rock. Mi actitud sigue, pero la música que hago ahora es solo mía. Siempre fui un artista pop, incluso cuando tocaba rock.”
Y, como era de esperarse, el internet explotó. Desde TikToks llamándolo “vendido” hasta hilos eternos en X analizando cada cambio en su look, sus palabras no cayeron nada bien entre quienes lo habían idolatrado como un outsider rebelde que vino a romper moldes. La respuesta es complicada. Tal vez Damiano no cambió tanto como pensamos. Tal vez siempre fue un artista pop atrapado en una banda de rock. Tal vez esto no es una traición, sino una liberación.
Por ahora, Måneskin no ha dicho adiós oficialmente. Pero el silencio, el cambio de rumbo y la energía tan distinta del nuevo Damiano nos hacen pensar que ese grito de “rock and roll never dies” podría quedarse solo como una frase del pasado. Y eso, para muchos, duele más que cualquier transformación.
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