Dientes ligeramente chuecos. Un lunar cerca de la boca. Una nariz que no es perfectamente simétrica. Eso que antes intentábamos esconder hoy está siendo celebrado en TikTok bajo un concepto japonés que, sin querer, se volvió el nuevo mantra de la belleza: wabi-sabi.
Si últimamente has visto videos con personas mostrando aquello que las hace únicas mientras suena una voz diciendo “It’s got wabi-sabi”, estás viendo el trend del momento. Y no, no se trata solo de estética, es toda una filosofía de vida aplicada al beauty.
Entonces… ¿qué es exactamente el wabi-sabi?
El wabi-sabi es una filosofía japonesa que encuentra belleza en la imperfección, en lo incompleto, en lo que envejece y cambia. Tradicionalmente se ha aplicado al arte, la arquitectura y la decoración: una taza agrietada, las grietas de una mesa antigua, una pared despintada por el paso del tiempo.
Lo interesante es que por primera vez esta filosofía se está llevando directo al mundo de la belleza, justo en una era obsesionada con el “clean girl aesthetic”, las pieles ultra pulidas y los filtros que borran absolutamente todo. Wabi-sabi viene a decirnos algo revolucionario: lo imperfecto hace que la belleza resalte más.
El origen viral del trend
El audio que detonó todo viene, curiosamente, de una serie de los 2000s: King of the Hill. En un episodio, Bobby Hill descubre su amor por la jardinería y participa en una competencia de rosas. El problema llega cuando le exigen elegir “la perfecta” según un reglamento rígido. Bobby se rebela. Y suelta la frase que hoy está en loop en TikTok: “La mía está un poquito chueca… tiene wabi-sabi.”
Su discurso es básicamente una defensa de la personalidad sobre la perfección. Más de 20 años después, sus palabras encontraron una segunda vida en redes y con toda una nueva generación abrazándolas. Hoy, casi medio millón de videos usan ese audio, con teens y jóvenes aplicando el concepto a su físico.
Wabi-sabi, pero make it beauty
Lo más interesante de la trend es cómo se traduce al maquillaje. Aquí no se trata de “aceptar tus imperfecciones” desde un lugar pasivo, sino de potenciarlas con intención. La lógica es simple: si tienes un lunar cerca de la boca, resáltalo con lápiz; si tu nariz es ligeramente torcida, usa contour para acentuarla, no para esconderla; si tienes pecas, píntalas otra vez después de la base; y si tu unibrow es natural, déjalo vivir.


Wabi-sabi no borra, celebra. No uniforma, diferencia. Y ese es justo su poder en un mundo donde todo empieza a verse igual. Durante años, el objetivo del makeup fue cubrir, corregir, “arreglar”. Hoy, este trend propone algo distinto, usar el maquillaje como una herramienta para destacar lo que te hace tú, no para ocultarlo.
Y sí, se siente como un pequeño acto de rebeldía. En lugar de perseguir la piel de porcelana imposible, el wabi-sabi beauty nos invita a ver nuestras marcas, asimetrías y rasgos únicos como parte del encanto.
Tal vez sea esa sonrisa que no es perfectamente recta. Esa ceja que siempre se arquea más que la otra. Ese lunar que siempre intentaste tapar. O esa textura real de tu piel que ningún filtro logra borrar por completo. El wabi-sabi no te pide cambiar. Te pide mirar diferente.
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