En el mundo del skincare hay debates eternos—retinol vs. bakuchiol, suero vs. crema, y sí, también Aquaphor vs. Vaselina. Ambas tienen die hard fans, ambas están en millones de beauty bags, y ambas prometen calmar, proteger e hidratar la piel o labios secos. Pero, si te has preguntado cuál es mejor o si vale la pena pagar más por una de ellas, llegaste al lugar correcto.
Aquí desglosamos qué hace única a cada una, cuándo conviene usarlas y cuál es la ideal para ti según tu tipo de piel y tus necesidades.
Primero lo primero: ¿qué son exactamente?
Aquaphor
Aquaphor se ha ganado su lugar en la lista de dermatólogas, maquillistas y celebs. ¿Por qué? Porque es más que vaselina. Su fórmula contiene petrolato (sí, el mismo de la vaselina), pero también incluye: Lanolina que suaviza y acondiciona, glicerina que atrae agua a la piel y pantenol que calma y regenera.
El resultado es una textura más ligera y menos grasosa que la vaselina tradicional. Se esparce fácil, se absorbe rápido y deja una sensación de alivio inmediato. ¿Lo malo? Su precio. El tubo de 55 ml cuesta alrededor de $215 pesos, lo cual puede parecer mucho si estás buscando algo básico.
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Vaselina
La vaselina es probablemente el primer producto de skincare que conociste. Es un oclusivo puro, lo que significa que sella la hidratación en la piel y protege como un escudo. Está hecha al 100% de petrolato purificado, sin aditivos ni ingredientes extra.
Su textura es más espesa y grasosa, sí, pero esa es justo su fuerza: funciona increíble en pieles extremadamente secas, labios partidos, zonas irritadas y hasta en rozaduras. Y lo mejor: el clásico tarro de 90 ml va por los $219 pesos. Rinde muchísimo, es fácil de encontrar y no necesita presentación.
¿Cuál te conviene según tus labios, piel y rutina?
Ambos productos cumplen funciones similares, pero hay algunos factores que pueden ayudarte a elegir:
Si tienes piel ultra seca o sensible…
Ambas funcionan bien, pero si tu piel se irrita fácil o tiende a enrojecer, Aquaphor puede ser más gentil gracias a sus ingredientes calmantes. En cambio, la vaselina es perfecta para crear una barrera intensa, ideal para proteger pieles que se resecan por el frío, el viento o el uso constante de agua y jabón.
¿Piel propensa al acné?
Aquí hay que tener cuidado. Tanto Aquaphor como vaselina son oclusivos, lo que significa que pueden atrapar el sebo y las bacterias si los usas en zonas con brotes. Lo mejor es aplicarlos sólo en áreas secas específicas y evitar el uso generalizado en cara si eres acne-prone.
¿Quieres algo multitask para toda la familia?
Ambas lo son, pero Aquaphor es más versátil: sirve como bálsamo labial, crema para cutículas, tratamiento para tatuajes, after-shave y más. La vaselina también cumple muchas funciones, pero tiende a quedarse más en el área de cuidado básico y protección.
¿Buscas algo ligero para usar debajo del maquillaje?
Aquí gana Aquaphor, que no deja tanto brillo ni sensación grasa. Muchas maquillistas la usan como prebase en zonas secas o para dar glow natural en los pómulos.
¿Y el dinero? ¿Vale la pena pagar más?
Si estás buscando algo accesible, duradero y efectivo: la Vaselina es un sí rotundo. Es lo más económico por mililitro y cumple con lo que promete. Pero si tu piel necesita un boost de ingredientes activos, o si simplemente te gusta una sensación más ligera y cosmética, Aquaphor sí justifica el gasto.
Tips de uso que aplican para las dos
- Labios partidos: aplica una capa gruesa antes de dormir (y despierta con labios nuevos).
- Rozaduras o fricción: úsala en muslos, talones o incluso debajo del bra para evitar irritación.
- Post-afeitado: ayuda a calmar la piel y evitar ardor.
- En viajes largos: aplícalas en nariz, labios y zonas sensibles para combatir el aire seco del avión.
Vaselina o Aquaphor, ¿cuál gana?
La respuesta corta: depende de ti.
La respuesta larga:
- Vaselina es la opción confiable, económica y efectiva. Perfecta para quienes quieren lo básico sin complicaciones.
- Aquaphor es la opción moderna, con un plus de ingredientes hidratantes, ideal si buscas algo más cómodo de usar y con resultados más completos.
Sea cual sea tu favorita, lo importante es que ambas son aliados infalibles cuando tu piel grita “¡auxilio!”. Y al final del día, lo que cuenta es cómo se siente tu piel… y tu cartera.
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