Si alguna vez has sentido la piel seca, sensible, como “apagada” o que simplemente nada le funciona, puede ser que lo que te hace falta no es otro exfoliante, sino ceramidas. Sí, ceramidas. Ese ingrediente que suena medio científico pero que, en realidad, es lo que tu piel ha estado pidiendo a gritos sin saberlo.
Yo también fui esa persona que solo pensaba en humectar con lo que tuviera en casa —y sí, el ácido hialurónico es top—, pero cuando entendí lo que hacen las ceramidas, todo cambió. Literal, mi piel dejó de pelearse con el clima, con los brotes, con la textura rara, y empezó a brillar como cuando duermes bien, tomas agua y tienes la vida resuelta (aunque no tengas nada de eso).
Así que si no sabes qué son o por qué every skin expert está obsesionada con ellas, aquí te explico todo, con tips que puedes aplicar desde hoy.

¿Pero qué son las ceramidas y por qué tu piel las ama tanto?
Imagínate que tu piel es como una pared de ladrillos. Cada celulita es un ladrillo, y entre ellas hay un “pegamento” que las mantiene unidas, protegidas y selladas. Ese pegamento son las ceramidas. Sin ellas, todo se empieza a desmoronar: se escapa el agua, entra la suciedad y se irrita fácil.
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Lo más interesante es que tu cuerpo sí produce ceramidas de forma natural, pero con los años, el clima, el estrés, el uso de productos agresivos y hasta dormir mal… se van perdiendo. Y ahí es cuando aparece la textura, la piel que no retiene nada y esa sensación de que “nada te funciona”.
Por eso los productos con ceramidas se han vuelto indispensables. Porque no es solo que hidraten —eso lo hacen muchos—, sino que reconstruyen la barrera de tu piel, como si le pusieran un escudo invisible que la ayuda a repararse y retener lo bueno.
También ayudan con el enrojecimiento, la rosácea, los brotes y hasta con las arrugas prematuras. Te digo, son como el multitasker de la skincare.
¿Cómo se usan los productos con ceramidas?
Lo primero: cero estrés. Las ceramidas no son ese activo que te va a irritar si te pasas o que necesitas usar en cierto orden milimétrico. Son más bien como ese abrazo que tu piel necesita sí o sí, y que puedes integrar fácil. Puedes usarlas dos veces al día, mañana y noche, mientras más constante seas, mejor va a reaccionar tu piel.
Aunque lo más común es verlas en cremas, también existen en tónicos, sueros, limpiadores y hasta en fórmulas combinadas con ácido hialurónico o retinoides (sí, son amigas de todos). Aplícalas siempre después de limpiar y tonificar, si las usas en crema, que sea al final de tu rutina, justo antes del SPF en la mañana o como último paso en la noche. Y si vas a invertir en un producto con ceramidas, busca que venga en envase con dispensador, no en tarro: así se mantienen estables y no se contaminan con cada uso.
Los favoritos con ceramidas
Limpiadores
- Hydrating Cleanser de CeraVe
- Soothing Cleanser de SkinCeuticals
- Avocado Moisture Barrier Cleanser de Glow Recipe



Sérums
- Ceramide Serum de The INKEY List
- Suero Revitalizante Inkey Library de Tony Moly
- Skin Barrier Serum Toner de Dr. Jart+



Cremas hidratantes
- Ureadin Crema Facial Hidratación Intensiva SPF20 de Isdin
- Toleriane Crema Sensitive Riche de La Roche-Posay
- Barrier Restore Cream de Rhode



Protectores solares
- Mineral Sunscreen Stick SPF 50 de CeraVe
- Centella Soothing Sun Essence SPF 50+ de Barr Cosmetics
- DreamBeam Mineral Sunscreen SPF 40 de Kosas



Tónicos
- Dual Barrier Creamy Toner de Celimax
- Panthenol Essence Toner de Ma:nyo
- Ceramide Mochi Toner de Tony Moly



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