En el mundo del haircare, hay un tratamiento que ha pasado de ser un secreto de salón a volverse imprescindible en la rutina casera de cualquiera que busque brillo, suavidad y un tono más uniforme en su pelo: el hair gloss.
Si tienes el pelo pintado (o simplemente sientes que tu color ya no se ve tan vibrante como antes), esto es para ti. Pero también si tienes el pelo virgen y quieres ese efecto espejo que solo ves en comerciales. Aquí te contamos qué es un hair gloss, cómo se usa, cada cuánto aplicarlo, y por qué tu pelo te lo va a agradecer.
¿Qué es exactamente un hair gloss?
Piénsalo como un facial para tu pelo. El hair gloss es un tratamiento semipermanente que se aplica sobre el pelo para dar brillo, suavidad, y en algunos casos, un toque de color. Hay dos tipos principales: los glosses con color y los glosses transparentes.
- Los tinted glosses (con pigmento) ayudan a intensificar o corregir tu tono actual —ideal para matizar rubios oxidados o revivir tonos rojizos que se desvanecen con facilidad.
- Los clear glosses (transparentes) no cambian tu color, pero te dejan el pelo más brillante, suave y con aspecto más saludable desde la primera aplicación.
A diferencia de un tinte, el hair gloss no penetra profundamente ni contiene ingredientes agresivos como amoníaco o peróxido, por lo que es una opción mucho más suave que además ayuda a reducir el frizz, cerrar la cutícula y mejorar la textura general del pelo.
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¿Qué beneficios tiene?
Más allá del brillo tipo “efecto espejo”, un buen hair gloss:
- Revive el color: Si te tiñes, ayuda a mantener la intensidad y uniformidad entre coloraciones.
- Neutraliza tonos no deseados, como el amarillo en los rubios o el cobrizo en castaños.
- Hidrata y suaviza, dejando el pelo más manejable.
- Sella las puntas abiertas y reduce el frizz.
- Es ideal para todo tipo de pelo: lacio, ondulado, chino o crespo.
Y lo mejor: se puede usar en casa sin complicaciones.
¿Es dañino?
No. A diferencia de otros tratamientos que pueden maltratar tu pelo, el hair gloss hace justo lo contrario. De hecho, muchos están pensados para reparar el daño causado por el calor, los tintes o el ambiente. Eso sí, siempre es clave leer las instrucciones del producto que elijas y no abusar: con aplicarlo cada 3 a 4 semanas (si es en salón) o 2-3 veces por semana (si es parte de un sistema casero), es más que suficiente.

¿Cómo se usa un hair gloss en casa?
No necesitas ir al salón para conseguir un acabado brillante y saludable. Con algunos pasos sencillos, puedes lograr ese efecto tipo “laminado” desde casa. Aquí te explico cómo:
1. Lava con un shampoo suave (sin sulfatos si es posible).
La idea es limpiar sin arrastrar el color ni resecar. Así el pelo queda listo para absorber los siguientes productos.
2. Aplica un acondicionador con efecto gloss.
Concéntrate en medios y puntas. Déjalo actuar uno o dos minutos y enjuaga bien. Este paso ayuda a suavizar y desenredar.
3. Usa una mascarilla de brillo durante cinco minutos.
Elige una fórmula con ingredientes como ácido glicólico o aceites ligeros. Estos sellan la fibra, reducen el frizz y aumentan el brillo natural.
Aquí algunos productos con los que puedes empezar:



L’Oréal Paris Elvive Glycolic Gloss

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