Pre-shampoo: cuándo, cómo y por qué aplicarlo
Pelo

Pre-shampoo: cuándo, cómo y por qué aplicarlo

El pre-shampoo es un tratamiento que se aplica antes de lavar el pelo y que combina dos productos: un aceite y una mascarilla. El objetivo es nutrir profundamente la fibra capilar con el aceite, y sellar esa nutrición aplicando encima una mascarilla hidratante o reparadora. Esta combinación crea una barrera protectora que ayuda a conservar la hidratación natural, minimiza el daño que puede provocar el shampoo y deja el pelo más fuerte, suave y manejable después del lavado.

Es un paso sencillo que puede marcar la diferencia, especialmente si tienes el pelo seco, teñido, rizado, quebradizo o si usas herramientas de calor de forma frecuente.

Rosie Huntington-Whiteley mostrando su pelo brillante y saludable, ejemplo perfecto de los beneficios del pre-shampoo.
Instagram @rosiehw

¿Cómo hacer un pre-shampoo correctamente?

Para realizar un pre-shampoo efectivo, primero se aplica un aceite nutritivo de medios a puntas, cubriendo el pelo de manera uniforme, sin saturarlo. Después, sin enjuagar, se coloca una mascarilla encima, también de medios a puntas, para sellar la nutrición y aportar hidratación adicional. Se recomienda dejar actuar esta combinación entre 20 y 30 minutos antes de lavar el pelo como de costumbre, primero aclarando el producto con agua y luego usando shampoo y acondicionador.

Aunque se puede adaptar según las necesidades, lo ideal es hacer este tratamiento una o dos veces por semana para mantener el pelo protegido y reforzado.

¿Por qué incluir el pre-shampoo en tu rutina?

Integrar el pre-shampoo en tu rutina capilar permite proteger el pelo del daño que puede causar el shampoo, sobre todo en cabellos más sensibles. Ayuda a reducir la pérdida de hidratación natural, proteger la fibra capilar de la fricción durante el lavado y minimizar el quiebre. También facilita el desenredado posterior y mejora la absorción de otros tratamientos como mascarillas, sueros o aceites de styling.

Más allá de proteger, el pre-shampoo contribuye a mantener el pelo más resistente, suave y manejable a largo plazo, lo que lo convierte en un paso clave si buscas conservar la salud capilar frente a procesos químicos, herramientas de calor o factores ambientales.

Recomendaciones de pre-shampoo según tu tipo de pelo

1. Pelo seco o dañado

2. Pelo teñido o decolorado

3. Pelo rizado o afro

4. Pelo fino y sin volumen

5. Cuero cabelludo irritado o con caspa

6. Pelo extremadamente quebradizo

Explora más en: Instyle.mx