Hace no mucho, los parches para ojos eran un secreto bien guardado del backstage, un recurso de emergencia para mañanas de cruda o una indulgencia en noches de self-care con Netflix. Pero esos días quedaron atrás. Hoy, este discreto producto de belleza vive su glow up: ha pasado de ser una herramienta funcional a convertirse en uno de los objetos más codiciados del skincare… y, curiosamente, en un verdadero statement.
Sí, los eye patches ya no se esconden. Se lucen con orgullo en aeropuertos, brunches o hasta haciendo fila en el súper. Porque más allá de hidratar, desinflamar o difuminar ojeras, estos pequeños parches se han coronado como el accesorio favorito de las it girls.
Ya lo habíamos visto antes: productos de belleza que abandonan el baño para conquistar el street style. ¿El ejemplo más claro? Los pimple patches en forma de estrellita, que pasaron de ser un remedio para granitos a una forma adorable (y fashion) de cubrir lo que ni el make-up puede disimular. Pues bien, eso mismo está ocurriendo con los parches para ojos.
El (re)descubrimiento del self-care
Todo comenzó en plena pandemia. Con la vida en pausa y las noticias siendo un eterno loop de ansiedad, muchos encontramos en el skincare casero una especie de mini escape. Las rutinas de self-care se volvieron casi terapéuticas, un momento para respirar, ponerse una mascarilla y fingir que todo estaba (más o menos) bajo control.
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En ese mood de autocuidado y calma forzada, los parches para ojos empezaron a ganar protagonismo. Mientras TikTok e Instagram se llenaban de pimple patches, hauls, reseñas y “noche de spa en casa”, un nuevo protagonista se fue colando en el feed: los parches de ojos. Especialmente los reutilizables, cómodos, con diseño pensado para la cámara y branding bien visible. Porque sí, en este universo, la estética importa tanto (o hasta más) que la fórmula.
Desde Hailey Bieber hasta Anne Hathaway y Ariana Grande, las celebridades empezaron a usar los parches de ojos como si fueran unas lentes de sol oversized o una tote de diseñador. De repente, esos parchecitos dejaron de ser solo parte de la rutina de skincare y se volvieron algo que da ganas de tener, de usar, de mostrar. Literal, el sueño de cualquier producto de belleza.
Sí, también funcionan (y muy bien)
Claro, no todo es pose para Instagram. Detrás del hype hay ingredientes potentes como ácido hialurónico, cafeína, niacinamida, péptidos y hasta retinol. Los parches funcionan como mini tratamientos localizados que se absorben rápido y van directo al grano: hidratar, dar firmeza y darle un glow instantáneo a la mirada.
Algunos son de un solo uso, otros reutilizables, pero todos tienen algo en común: ayudan a combatir signos de fatiga y deshidratación justo donde más se nota. Así que sí, más allá del look cool en el aeropuerto o el brunch, estos parches realmente hacen su trabajo. ¿El truco? Dejarlos el tiempo suficiente… y si están de moda, mejor aún. Puedes llevarlos donde sea sin que nadie te mire raro (más bien, te van a preguntar de dónde son).
Nuestros parches de ojos favoritos
Los parches de ojos se han convertido en un accesorio de moda y creatividad. Desde versiones de lujo de Chanel y Dolce & Gabbana hasta opciones accesibles como Topicals, KNC Beauty y ESW Beauty, con diseños divertidos y mensajes de autocuidado.
Más que estética, son una experiencia para compartir, y por eso están en la wishlist de medio Internet.
Dior Eye Patches
Con dos tipos de ácido hialurónico, niacinamida y cafeína. Alta eficacia, alta moda.
Dieux Winged Forever Eye Mask
Hechos de silicona médica, reutilizables y con diseño alado. Amados por su durabilidad y look.
Summer Fridays Jet Lag Eye Masks
Ideales para días largos y noches cortas. Contienen cafeína, niacinamida y extracto de pepino.
Peter Thomas Roth 24K Gold Eye Patches
Un clásico con oro coloidal, ácido hialurónico y cafeína. Glam y glow instantáneo.
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