Llega el frío y también la inspo de uñas burdeos

Cada invierno pasa lo mismo, las temperaturas bajan, el viento se pone más filoso y de repente nos vemos con el antojo de un manicure oscuro, elegante y cálido. Y sí, el burdeos siempre gana. Hay algo en este tono, tal vez es esa mezcla entre vino tinto caro, hojas secándose en la banqueta y ganas de quedarte en casa viendo una película, que se siente perfecto para estos meses fríos. No es casualidad que, apenas cambia el clima, todas vayamos directo a buscar fotos de uñas burgundy como si fuera un ritual secreto de temporada.

La magia está en que este color jamás se siente fuera de lugar. Va con suéteres chunky, con abrigos largos, con un gloss discreto o un lipstick intenso. Es como tener un comodín que funciona igual si vas a una cena elegante, a la oficina, a un date o simplemente a acurrucarte en el sillón con una copa de vino. Es el equivalente a una t-shirt blanca pero del mundo del manicure.

Y aunque suene a que el burdeos vive solo en su versión clásica, la verdad es que hay mil caminos para llevarlo. Desde uñas cuadradas y perfectamente pulidas, hasta versiones más divertidas con airbrush, dots chiquitos, blooming gel o un acento tortoiseshell que vemos por todos lados.

Lo mejor es que este comeback invernal no es casualidad. Las búsquedas de tonos burgundy suben cada año como si todas sintiéramos el mismo impulso. Y tiene sentido, es un color que abraza la temporada sin esfuerzo, poderoso sin exagerar y lo bastante versátil para acompañarte en todo lo que te espera de aquí a que regrese el calor. Así que aquí te dejamos varias ideas de tonos burgundy para que sobrevivas toda la temporada.