En medio de tus vacaciones en VidantaWorld, cuando ya crees que lo viste todo, hay algo más esperándote. Algo que no necesariamente planeas, pero que termina marcando el viaje. Se llama LUDÕ, de Cirque du Soleil.
Vidanta tiene todo lo que uno espera de un resort de este nivel: los restaurantes espectaculares, las albercas infinitas y los días de playa que se alargan hasta el golden hour. Pero una noche, en lugar de repetir el plan, decides cambiar la cena habitual por “ver un show”. Y, sin darte cuenta, entras en una experiencia completamente distinta.
¿De qué trata LUDÕ: Cirque du Soleil?
LUDÕ es de esos shows que no sabes muy bien cómo explicar hasta que lo ves. No es solo ir a Cirque du Soleil, es entrar a un mundo donde el agua manda y todo fluye alrededor de ella. La historia gira en torno a Ludovico, un director creativo que anda medio perdido, buscando inspiración, y que termina llegando a un cenote místico en México.
No hay que clavarse en entender cada detalle. Lo bonito es dejarte llevar. Ves bailarines que parecen flotar, acróbatas que entran y salen del agua como si fueran parte de ella, y aerialistas suspendidos. Todo pasa frente a ti (y a tu alrededor) y simplemente funciona.
Lo mejor es que la experiencia empieza antes de que el show arranque. Primero hay una cena de tres tiempos que se siente como el preámbulo perfecto: luces bajas, música en vivo y un ambiente tranquilo que te va sacando del mood cotidiano sin que te des cuenta. En un momento, incluso el público participa haciendo sonar las copas de cristal, como un ritual colectivo que despierta la historia.
Para cuando el espectáculo empieza oficialmente, ya estás completamente dentro. Sin prisas, sin distracciones, listo para dejarte llevar por lo que venga.
Una experiencia única dentro de VidantaWorld
El show pasa dentro de un teatro diseñado especialmente para LUDÕ, y se nota desde que entras que no es un espacio cualquiera. Está inspirado en una flor de loto gigante que se eleva hacia el cielo y todo está pensado para que te sientas parte de la historia, no solo espectador.
Tiene vista de 360 grados y capacidad para casi 700 personas, pero nunca se siente grande ni lejano. El escenario cambia todo el tiempo: se mueve, se ilumina, respira. Da igual dónde estés sentado, siempre hay algo pasando a tu alrededor. Más que ver el show, lo vives.
Además, LUDÕ no está solo. Junto con JOYÀ en Riviera Maya, México se convierte en el único país de América Latina con dos espectáculos residentes de Cirque du Soleil que incluyen cena. Ambos forman parte del universo VidantaWorld y confirman que aquí también se hacen experiencias inmersivas al nivel de cualquier escenario del mundo.
¿Ya te convencimos?
El espectáculo dura alrededor de 80 minutos, se presenta de martes a sábado y estará en cartelera todo el año, con distintas opciones según el plan que tengas: desde experiencias VIP con cena y champagne hasta alternativas más relajadas con tapas.
En resumen, es ese plan perfecto para una noche especial durante tus vacaciones. El que no planeabas, pero que terminas recomendando como un secreto bien guardado. Porque hay experiencias que no se explican del todo, se viven. Y LUDÕ es una de ellas.
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