Cuando Paul Thomas Anderson decide llevar a la pantalla grande una novela de Thomas Pynchon, sabes que no será nada fácil. Pynchon es el escritor detrás de clásicos como Gravity’s Rainbow y V., novelas complejas que combinan sátira política, referencias culturales infinitas y un muy negro humor. Y aunque adaptar algo así parece imposible, Anderson ya lo había hecho en 2014 con Inherent Vice. Ahora regresa con One Battle After Another, inspirada muy libremente en Vineland, de 1990.
Lo interesante es que no se trata de una copia literal, el director tomó los fragmentos de la novela que más le resonaron y los transformó en una historia para la pantalla, con mucho corazón y acción que engancha desde el minuto uno. Como él mismo dijo: “Robé las partes que me hablaban y empecé a correr como un ladrón”.

¿De qué trata la historia?
En el centro está Bob Ferguson (Leonardo DiCaprio), un exrevolucionario que ahora vive como un papá soltero medio perdido en las montañas de California. Su hija adolescente, Willa (interpretada por Chase Infiniti), está cansada de cargar con las paranoias de su papá y su obsesión por un pasado glorioso que nunca terminó bien. Todo cambia cuando regresa a sus vidas el coronel Lockjaw (Sean Penn), un villano obsesionado con la expareja de Bob, Perfidia (Teyana Taylor), una revolucionaria tan brillante como contradictoria.
Lo que sigue es una mezcla de persecuciones, confrontaciones políticas y una dinámica familiar que explora la pregunta central: ¿qué pasa cuando los ideales rebeldes del pasado regresan al presente?

La vibra política (y muy actual)
Aunque la historia nace de los 60 y 70, One Battle After Another no se queda atrapada en la nostalgia. Anderson traslada la tensión a un contexto muy contemporáneo. Desde detenciones migratorias y violencia policial hasta supremacía blanco, esta es una película que se siente urgente, actual y que inevitablemente provoca conversaciones incómodas (pero necesarias).
Incluso los actores lo han dicho: Regina Hall comentó a Radio Times que el guión, escrito hace más de 20 años, “coincide demasiado con lo que pasa hoy”.

Antes de su estreno oficial, la película ya tiene calificaciones altísimas de 98% en Rotten Tomatoes y 96 en Metacritic. Algunos críticos la han llamado “la mejor película del año”. Nada mal para un proyecto que muchos pensaron sería “inadaptable”.
Más que una película política o un simple drama familiar, One Battle After Another es un viaje profundo sobre la herencia de los ideales, las cicatrices que deja la historia y la eterna tensión entre lo que fue y lo que sigue siendo. Anderson logra un equilibrio poderoso entre la emoción y la acción, con escenas intensas pero también momentos de reflexión genuina. Por eso, aunque tal vez sea difícil encasillarla como “la mejor película del año”, sin duda, es una de las más importantes.
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