Seguro ya lo viste en Pinterest, en tus celeb faves o incluso en la muñeca de tu abuela, los brazaletes de jade están teniendo un momento. Sí, son bellísimos, le dan un toque de color a cualquier outfit y combinan con todo, pero la magia del jade va mucho más allá de la moda. Usar uno no solo es un statement de estilo, también es llevar contigo historia, tradición y buena vibra.


Un poco de historia sobre los brazalete de jade
Aunque solemos asociar el jade con Asia, la verdad es que sus raíces son mucho más amplias. Los primeros en usar jadeíta (un tipo de jade) fueron los pueblos mesoamericanos, hace más de 3,000 años. Para mayas, aztecas y olmecas, el jade no solo era un material precioso, también era espiritual, lo utilizaban en rituales, como ofrendas y en adornos que tenían un peso sagrado.
En China, el jade adquirió otro nivel de importancia cultural. La nefrita era la favorita en tiempos antiguos, pero cuando la jadeíta llegó desde Birmania en el siglo XVIII, se volvió la joya consentida de la realeza y de los artesanos. Era símbolo de estatus, virtud y pureza. Desde entonces, el jade nunca ha pasado de moda. Desde emperadores, coleccionistas y hoy en día las fashion girlies lo siguen usando.
Dato curioso: la palabra “jade” viene del español piedra de ijada, porque los conquistadores vieron que las comunidades mesoamericanas usaban estas piedras para aliviar dolores. Así que desde sus orígenes, siempre estuvo ligado a la idea de sanación.
El significado de llevar jade
Un brazalete de jade nunca es “solo” un accesorio. Cada pieza tiene un significado personal. En muchas familias asiáticas se hereda de madres a hijas en ocasiones especiales: un cumpleaños importante, una boda, un nuevo inicio. Así, se convierte en un lazo de amor, un recuerdo tangible y un amuleto que pasa de generación en generación.
Pero también puede ser un recordatorio de nuestras raíces, un símbolo de protección o simplemente una forma de sentirnos acompañadas por algo más grande que nosotras mismas.
El simbolismo detrás del jade
A lo largo de los siglos, el jade ha tenido distintos significados, pero siempre positivos. Estos son algunos de los más comunes (y por qué lo amarás aún más):
Protección: en la tradición china, se creía que el jade podía proteger contra la mala suerte. Incluso se decía que, si se rompía, absorbía la energía negativa en lugar de que afectara a su dueño, cumpliendo así su misión de protección.
Sanación: el jade también se usaba en la medicina tradicional para equilibrar el cuerpo y fomentar la salud. Se le atribuían propiedades terapéuticas que ayudaban a mantener la armonía física y energética de quien lo portaba.
Conexión divina: para los antiguos mayas y aztecas, el jade era más valioso que el oro. Creían que esta piedra conectaba a los vivos con lo divino, sirviendo como puente entre el mundo humano y el espiritual.
Buena suerte y longevidad: en muchas culturas, el jade se asocia con una vida larga y próspera. Por eso, los brazaletes de jade son un regalo ideal para marcar nuevos comienzos, celebrar logros o desear fortuna en etapas importantes de la vida.

¿Qué pasa si se rompe tu brazalete de jade?
Lejos de ser una mala señal, en la tradición china un jade roto se considera algo positivo, porque significa que absorbió la energía negativa y te protegió; en otras palabras, cumplió su misión.
¿Y qué hacer después? Puedes guardarlo como recuerdo y agradecerle, transformarlo en un dije, un par de aretes o un accesorio nuevo, o despedirte de él de manera simbólica envolviéndolo en tela roja y enterrándolo, o dejándolo en agua corriente para liberar la energía. Así que tranquila, un jade roto no es el fin, puede ser el inicio de otra etapa.



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