Si te encantan las historias de estafadores, de esas que parecen sacadas de un guión pero resultan ser más locas que la ficción, prepárate: esta es una de las más impactantes que han salido en años. La protagonista se llama Elisabeth Finch, exescritora de Grey’s Anatomy y figura central del documental Anatomy of Lies, quien durante casi una década convenció a todo Hollywood de que luchaba contra un cáncer rarísimo.
Pero no solo eso, también inventó pérdidas familiares, tragedias personales y hasta usó esas mentiras como inspiración para tramas dentro de la serie. Sí, justo como un episodio de Grey’s, pero con ella al centro del drama.

¿Quién es Elisabeth Finch?
Finch, hoy de 46 años, inició su carrera como asistente en True Blood y después escribió para No Ordinary Family y The Vampire Diaries. Su gran salto llegó en 2014, cuando publicó un ensayo en Elle contando que había sido diagnosticada con un cáncer rarísimo de huesos. El texto se volvió viral y, poco después, Shondaland la invitó a unirse a Grey’s Anatomy.
Para Finch, era un sueño hecho realidad, no solo entraba a una de las series más exitosas del mundo, también se convertía en la voz autorizada para escribir las tramas más intensas sobre enfermedades. Como la trama de Catherine Avery (Debbie Allen), diagnosticada con el mismo cáncer que Finch decía tener.
Las mentiras más oscuras
En Grey’s se convirtió en la “experta” de todos los guiones relacionados con cáncer. Salía del cuarto de escritores a vomitar, comía solo galletas saladas y llevaba un supuesto puerto de quimioterapia en el pecho. Nadie dudaba de ella.

Pero el engaño no se quedó solo en el cáncer. Finch también escribió ensayos sobre un aborto mientras recibía tratamiento oncológico, una supuesta pérdida de riñón y hasta un reemplazo de rodilla. Incluso aseguró que había perdido a un amigo en el tiroteo de 2018 en la sinagoga Tree of Life en Pittsburgh, y que ayudó a limpiar la escena. Nada de eso fue cierto.
Peor aún, inventó que su hermano había muerto por suicidio, cuando en realidad estaba vivo y trabajando como doctor en Florida.
El momento en que todo colapsó
La farsa salió a la luz en 2022 gracias a su entonces esposa, Jennifer Beyer, una enfermera que había conocido a Finch en un centro de salud mental en Arizona. Al principio creyó cada palabra, pero poco a poco empezó a notar contradicciones: cicatrices que no existían, fotos en redes que no cuadraban con sus relatos, síntomas que simplemente no eran consistentes con lo que un paciente real de cáncer viviría.
Lo más perturbador llegó cuando Beyer reconoció fragmentos de su propia historia personal (incluyendo episodios de abuso) transformados en tramas de Grey’s Anatomy.
Cansada de las mentiras, en 2022 Beyer denunció a Finch con Disney y Shondaland. Poco después, un reportaje de Vanity Fair reveló el engaño al mundo. Finch fue suspendida, renunció y terminó admitiendo públicamente que todo había sido inventado.

El docuserie que lo cuenta todo
Anatomy of Lies no es un simple recuento del escándalo. En tres episodios, la directora y periodista Evgenia Peretz (sí, la misma que destapó la historia en Vanity Fair) explora no solo cómo Finch construyó sus mentiras, sino también a quiénes afectó en el camino.
Excolegas, amigos y personas de su círculo hablan de la manipulación, del dolor que causó y de cómo lograron ignorar todas las señales rojas. Finch no aparece en entrevistas nuevas, pero sí vemos y escuchamos fragmentos de su propia voz en audios y videos pasados, que suenan hoy más irónicos que nunca: “Me enorgullezco de no ser mentirosa”, decía en una grabación.
¿Por qué mentir así?
En una entrevista con Ankler en 2022, Finch confesó que todo se originó en 2007, después de una cirugía de rodilla. Durante su recuperación, sintió una ola de apoyo y atención que desapareció una vez que sanó. Cuando volvió la soledad, inventó historias para volver a ser el centro de cuidado.
Era una adicción a la atención, disfrazada de tragedia. Y como bola de nieve, la mentira creció hasta que ya no pudo sostenerla.
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