Hay lugares que logran redefinir lo que significa viajar con estilo, y Bal Harbour es uno de ellos.
Situado en la punta norte de Miami Beach, este destino concentra en un solo espacio todo lo que uno puede imaginar cuando piensa en lujo: hoteles de clase mundial, un centro comercial icónico, restaurantes de renombre, proyectos culturales y playas que invitan al descanso absoluto.
Lo sorprendente es cómo logra que todo conviva en armonía, con un ambiente exclusivo pero siempre acogedor que te hace sentir parte de algo especial desde el primer momento.
Dónde quedarte en Bal Harbour
Nuestra estancia fue en el St. Regis Bal Harbour, y sin duda fue una experiencia que elevó el viaje. El hotel, inaugurado en 2012, se ha consolidado como uno de los grandes referentes de la hospitalidad en el mundo. Las habitaciones ofrecen terrazas con vistas directas al océano, perfectas para comenzar y terminar el día con calma, mientras que sus espacios comunes mezclan elegancia contemporánea con un ambiente relajado.
Entre sus propuestas gastronómicas se encuentran Atlantikós, que transporta a las islas griegas con cada plato, La Gourmandise, con pastelería francesa en un entorno sofisticado, y el BH Prime, donde la carne es protagonista en un menú que resalta ingredientes de la más alta calidad. Su spa y sus albercas frente al mar completan un entorno en el que todo está diseñado para el disfrute.
Además del St. Regis, Bal Harbour cuenta con hoteles que refuerzan su carácter único. El Ritz-Carlton Bal Harbour se distingue por su torre de cristal de 18 pisos con vistas espectaculares al mar Atlántico, habitaciones con acabados de lujo y un spa operado por Exhale que es un santuario de bienestar.
El Sea View Hotel, abierto en 1948, forma parte de la historia del destino. Con un estilo europeo clásico, ha recibido a presidentes, celebridades y familias que lo han convertido en tradición. Sus habitaciones y suites mantienen un aire elegante y atemporal, y su terraza frente al mar sigue siendo un punto de encuentro icónico. Para quienes buscan algo más íntimo y residencial, el Beach Haus Bal Harbour ofrece suites amplias con cocinas equipadas, ideales para estancias largas sin perder la atmósfera de lujo que caracteriza al lugar.
El shopping en Bal Harbour
Frente a estos hoteles se encuentra uno de los grandes símbolos de Bal Harbour: los Bal Harbour Shops. Desde su apertura en 1965, este centro comercial al aire libre se convirtió en un referente mundial. Diseñado como un espacio rodeado de jardines tropicales, fuentes y arquitectura impecable, es mucho más que un lugar para comprar, es una experiencia. Aquí están algunas de las marcas más exclusivas del mundo como Chanel, Dior, Gucci, Fendi, Balenciaga o Ralph Lauren junto con Neiman Marcus y Saks Fifth Avenue. Pasear por sus pasillos, detenerse en un café o simplemente observar el ambiente hace que cada visita sea especial.
La propuesta gastronómica de los Shops es un atractivo por sí mismo. Nuestro favorito fue Makoto, con su cocina japonesa contemporánea que logra ser sofisticada sin dejar de ser cálida. Carpaccio es otro clásico, un italiano con una terraza que siempre tiene un gran ambiente. Avenue 31 Café ofrece una esencia europea ideal para un desayuno relajado o una pausa entre compras. Y Hillstone sorprende con su diseño inspirado en un yate tropical y una cocina americana que nunca falla. Cada uno aporta algo distinto y juntos hacen que los Bal Harbour Shops sean también un destino culinario.
Lo que más me impresionó de Bal Harbour es cómo combina su lujo con una visión que piensa en la comunidad. El nuevo Waterfront Park es un ejemplo claro: jardines, áreas de descanso, zonas para niños y terrazas con vistas espectaculares que invitan a pasar tiempo al aire libre. Es un espacio que refleja la esencia del destino, crecer con elegancia y al mismo tiempo ofrecer bienestar tanto a visitantes como a residentes.
Bal Harbour es, en esencia, un lugar que lo tiene todo. Hoteles de lujo, un centro comercial legendario, restaurantes que sorprenden, playas tranquilas y proyectos que lo mantienen a la vanguardia. Es un destino completo, sofisticado y exclusivo que se vive en cada detalle. Una experiencia que deja huella y que confirma por qué Bal Harbour es un imperdible en Florida.
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