Del 22 de julio al 22 de agosto, el sol se posa sobre Leo y todo se vuelve un poco más dorado, más intenso y, claro, más dramático. La energía Leo es inconfundible, llega a la habitación como si estuviera entrando en una alfombra roja, y tiene ese je ne sais quoi que la vuelve imposible de ignorar. Si naciste bajo este signo de fuego, lo sabes, ser Leo no es una elección, es una actitud.
¿Qué define a Leo?
Leo es el único signo regido por el Sol, lo cual no es un detalle menor. El Sol, como centro de nuestro sistema, simboliza identidad, vitalidad y presencia. Por eso, las Leo suelen sentirse naturalmente cómodas en el spotlight. No es que busquen llamar la atención todo el tiempo (aunque, sí, un poco), es que simplemente emiten una energía que atrae miradas.
Hay algo magnético en su forma de hablar, de vestir, de moverse. Como si cada paso que dan estuviera coreografiado por su yo más poderoso.
Leo de julio vs. Leo de agosto
Pero hay algo que mucha gente no sabe, no todas las Leo son iguales. Aunque todas comparten una esencia solar, hay diferencias muy marcadas entre quienes nacieron en julio y quienes llegaron al mundo en agosto. La razón está en los vecinos zodiacales, Cáncer viene antes de Leo, y Virgo lo sigue. Y sí, esas influencias se notan.
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Leo de julio (22 – 31 de julio)
Las Leo de julio, tienden a ser más emocionales, sensibles y conectadas con su mundo interior. La cercanía con Cáncer, signo de agua y regido por la Luna, les da una especie de suavidad emocional que contrasta con el fuego que normalmente asociamos con Leo.
Estas mujeres son las que te organizan la mejor fiesta sorpresa de cumpleaños, con playlist curada al minuto 1, pastel temático, globos metálicos y un discurso tan bonito que terminas llorando frente a toda la mesa.
Tienen un instinto protector muy fuerte, casi maternal. Les encanta consentir, cuidar, y asegurarse de que todas las personas a su alrededor estén brillando con la misma intensidad que ellas. Para ellas, ser líder no es dar órdenes, sino motivar, inspirar y hacer que todo el grupo se sienta top.
En el amor son generosas, leales y súper entregadas, pero (como buena Leo) a veces pueden esperar demasiado de su pareja. Les cuesta dejarse consentir o soltar el control emocional, pero cuando se enamoran… se enamoran con todo. Eso sí, si sienten que no están siendo valoradas o tratadas como la realeza que son, prepárate para escuchar el rugido.
Leo de agosto (1 – 22 de agosto)
En cambio, las Leo de agosto tienen otra vibra. Son más estructuradas, más prácticas y con un ojo clínico para la perfección. Virgo, que llega justo después de Leo, les presta su obsesión por los detalles y su capacidad de análisis.
Estas Leo siguen siendo líderes, pero con un enfoque más estratégico. Son las que arman presentaciones de PowerPoint para planear un viaje entre amigas y que hacen listas (y sublistas) para asegurarse de que todo salga perfecto.
Son ese tipo de amigas que te mandan un Google Doc para planear el próximo viaje con todo: vuelos, outfits, itinerarios, playlists y snacks por día. Hacen listas (y sublistas) porque les gusta que las cosas salgan bien… y casi siempre lo logran.
A diferencia de las Leo de julio, su brillo es más sutil. No andan buscando el centro de atención, pero lo encuentran igual, porque tienen esa energía que impone sin esfuerzo. Son menos dramáticas, más introspectivas y, si no sabes mucho de astrología, puede que ni te des cuenta de que son Leo… hasta que ¡boom! hacen o dicen algo que las delata.
En el amor son súper apasionadas y románticas, pero también necesitan su espacio. Si las ahogas con demasiados cumplidos o les des demasiada atención no pedida, pueden sentirse un poco sofocadas. Déjalas venir a ti, y cuando lo hagan, prepárate para una conexión profunda, leal y duradera.
¿Qué tienen en común?
Lo que une a todas las Leo es su capacidad de liderazgo natural. Son leales, generosas y protectoras con su círculo cercano. Pueden ser exigentes, claro, pero es porque tienen estándares altos, empezando por ellas mismas. No toleran la mediocridad, ni en su carrera, ni en sus relaciones.
Así que ya sabes, si eres Leo, este es tu momento de tomar el escenario. Y si no lo eres, rodéate de una. Te va a iluminar la vida, te va a echar porras como nadie y, probablemente, tu vida sea un poquito más divertida con una a tu lado.
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