Imagínate ver dos máquinas jugando ping pong con pelotas que pasan a través de las asas de una Birkin o una maleta Rimowa girando ran rápido que parece que va a explotar… así son las instalaciones-performances-escaparates de Isabel + Helen Studio, una mancuerna imparable en la industria que, proyecto tras proyecto, se encara de que siempre nos cueste creer que lo que vemos es real.
Después de hablar con ellas, nos queda claro que detrás de esa magia hay ciencia, diseño y un sentido del juego casi infantil. Eso es lo que busca Isabel + Helen Studio: reencantar el mundo físico.

Desde su estudio en Londres, este dúo creativo—formado por Isabel Gibson y Helen Chesner—lleva más de una década dando vida a materiales, espacios y objetos a través de instalaciones cinéticas, esculturas animadas y escenografías que parecen tener pulso propio. Lo suyo no es solo diseño; es una forma de contar historias sin palabras, con mecanismos que se activan, estructuras que respiran y prendas que generan energía con el simple movimiento del cuerpo.
En un momento en el que lo digital lo invade todo, su obra es un manifiesto visual: sí al futuro, pero con las manos manchadas de trabajo real. Han colaborado con gigantes como Hermès, Dior o Moncler, siempre empujando los límites entre arte, moda y tecnología.
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Isabel y Helen no diseñan cosas, crean momentos que se quedan dando vueltas en tu cabeza. Como cuando eras niño, y todo parecía posible.

Esto nos contó Isabel de Isabel + Helen Studio
¿Cómo se complementan las visiones de Helen e Isabel?
Isabel Gibson: Somos Isabel y Helen y llevamos casi 10 años colaborando. Venimos de formaciones distintas: Helen desde la escenografía y lo manual, e Isabel desde el diseño 3D más técnico. Juntas, equilibramos lo gráfico con lo físico, y eso se refleja en la manera en que contamos historias visuales.
Han trabajado con incontables marcas, cada una con su propio ADN, ¿cuál es la clave para lograr alinear la esencia de una firma con Isabel + Helen Studio?
Nuestro enfoque es siempre experimental. Nos gusta sumergirnos en el lenguaje visual de cada marca y traducirlo en narrativas físicas, táctiles y significativas. Cada proyecto es una oportunidad de interpretar desde nuestra perspectiva, manteniendo la esencia del colaborador.

¿Hay un mensaje constante en su trabajo?
Siempre celebramos lo tangible. Aunque algunas piezas parezcan digitales, todo está hecho con materiales reales. Trabajamos directamente con el producto para expresar su textura y calidad, y eso crea una conexión auténtica con el público.
¿Cuál ha sido un momento decisivo para el estudio?
Nuestra instalación en Coachella fue clave. Una torre cinética de 18 metros que giraba con el viento. Fue nuestra obra más ambiciosa y un ejemplo perfecto de arte público a gran escala con impacto sensorial.
¿Cómo ha evolucionado su inspiración?
Nos inspira todo, desde mecanismos cotidianos hasta arte, cine y moda. En moda, nos atraen tanto los enfoques técnicos como los más lúdicos y experimentales. Siempre estamos observando y preguntándonos cómo transformar lo que vemos.
¿Cuál podría ser el material o técnica más interesante con la que han trabajado?
Trabajar con el ripstop de Moncler fue fascinante. Ligero, resistente y casi transparente. Crear inflables que flotaban como criaturas marinas fue una experiencia única.

¿Cómo afecta la tecnología a su trabajo?
La tecnología amplía lo que podemos hacer, pero también nos reafirma en la importancia de lo físico. Nos interesa fusionar lo digital con lo real, para crear experiencias inmersivas que conecten tanto en pantalla como en persona.
¿Nos podrían compartir sobre su proyecto más desafiante?
Las colaboraciones con Moncler y Craig Green siempre nos llevan al límite. Crear estructuras inflables enormes o mecanismos que desafían la lógica requiere reinventar el proceso cada vez. Es como aprender desde cero en cada proyecto.
El universo cinético es el centro de su arte, ¿cómo abordan el movimiento en su trabajo?
El movimiento transforma y cuenta historias. Hemos explorado desde mecanismos hasta el cuerpo humano para animar esculturas. Nos interesa cómo el movimiento en vivo puede generar emociones como lo haría una película.
¿Cómo resuena el concepto de movimiento en el contexto actual?
El movimiento refleja cómo vivimos: en cambio constante. Es una forma poderosa de captar atención y conectar emocionalmente. Nos interesa cómo una estructura en movimiento puede parecer “viva” y contar una historia sin palabras.
¿Qué fenómenos o colaboraciones les entusiasma explorar?
Queremos transformar espacios completos, crear entornos que permitan a las personas vivir una historia. Nos interesa lo inesperado: materiales no convencionales, movimiento y experiencias interactivas.
Después de más de 10 años de estudio, ¿cuál es el mayor aprendizaje?
La adaptabilidad lo es todo. Cada proyecto trae retos únicos. Mantenernos flexibles nos ha permitido evolucionar, resolver problemas creativamente y mantener la emoción en lo que hacemos.
¿Qué podemos esperar de Isabel + Helen Studio próximamente?
Estamos expandiendo el estudio hacia proyectos espaciales más ambiciosos, creando experiencias completas que sumergen a las personas en el universo de una marca.
Finalmente, ¿cómo imaginan el futuro del diseño y la tecnología?
Creemos en una fusión del diseño físico con lo digital. Aunque la IA y la RV ganan terreno, lo táctil y lo real tendrán aún más valor. El futuro está en experiencias auténticas que conecten emocionalmente con las personas.
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