Otra Haute Couture Week llegó a París y, como siempre, trajo todo: drama, cambios y momentos para la historia. La edición FW25/26 se celebró del 7 al 10 de julio, y desde el primer día quedó claro que sería inolvidable. Schiaparelli abrió la semana con una propuesta atrevida de Daniel Roseberry, que combinó su fascinación por el cuerpo humano con un surrealismo muy literal. Una de las piezas más impactantes fue un vestido inspirado en The Royal Heart de Salvador Dalí (1953), con un corazón mecánico incrustado en un falso escote, cubierto de piedras rojas, que palpita como si fuera real.


En un momento nostalgioc, Demna se despide de Balenciaga con su última colección para la maison, cerrando una era que definió gran parte del look de la década. Al mismo tiempo, Glenn Martens tomó el relevo en Maison Margiela con su primer desfile Artisanal, dejando claro que no teme ocupar el lugar que dejó Galliano: fue una entrada triunfal, sin caer en excesos, pero con toda la carga emocional y técnica que exige la alta costura.
Entre los desfiles que más nos impactaron estuvo el de Robert Wun, con una colección teatral y surrealista. Siluetas fantasmales, manchas de sangre y efectos visuales convirtieron la pasarela en una reflexión inquietante sobre la identidad. Por su parte, Iris van Herpen regresó con Sympoiesis, una propuesta que imaginó la moda como un organismo vivo. El momento más memorable: un vestido bioluminiscente con algas que parecía vivo. En una Semana de la Moda dominada por grandes casas, Van Herpen volvió a brillar con su visión futurista y materiales de vanguardia.

Y así, la Haute Couture Week llegó y se fue, entre casas que se reinventan y nuevas voces que toman fuerza. Estos fueron algunos de los momentos más memorables de la semana.
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Los momentos más inolvidables de Haute Couture Week
Schiaparelli



Maison Margiela



Robert Wun



Iris Van Herpen



Chanel



Cheney Chan



Balenciaga



Tamara Ralph



Germanier



Phan Huy



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