Sí, los perfumes son sobre todo por el aroma, pero seamos honestas: parte del encanto está en el frasco. Más allá de su función práctica, están hechos para lucirse. Mientras las cremas o los labiales se guardan en cajones, los frascos de perfume se quedan a la vista, decoran tu tocador y elevan cualquier repisa.
El perfume es algo súper abstracto y difícil de describir con palabras. Aunque una marca te diga todas las notas que lleva, la mezcla final siempre es algo más especial. Por eso, el diseño del frasco se vuelve otra forma de decir “esto es lo que lleva dentro”.
“Alguien que solo ama el perfume lo compraría en una lata de aluminio industrial”, dice el crítico de fragancias Chandler Burr. Pero el empaque es lo que te engancha. “Así como una portada ingeniosa o un marco bonito pueden hacer que un libro o una pintura se sientan míticos, lo mismo pasa con los perfumes y sus frascos”.
Últimamente hemos visto más frascos minimalistas y uniformes (una tendencia que empezó con marcas nicho para ahorrar costos y que ahora incluso las marcas de lujo usan como sinónimo de sofisticación, según Burr). Pero todavía hay muchas casas que apuestan por diseños que van más allá de lo práctico. Desde los frascos ultra ornamentados de Guerlain hasta las fantasías de cuento de Anna Sui, aquí están 10 ejemplos brillantes de diseño de perfumes que vale la pena tener solo por el frasco.
Los frascos de perfume más bonitos que puedes tener
Guerlain Shalimar
Shalimar de Guerlain viene en un frasco súper lujoso, inspirado en los Jardines de Shalimar, un complejo de 80 acres construido por el emperador Shah Jahan de la dinastía mogol en el siglo XVII, en lo que hoy es Lahore, Pakistán. Todo el diseño está basado en la historia de amor entre el emperador y su esposa, que comenzó justo en esos jardines, cuenta la historiadora de arte y perfumes Elena Vosnaki.
El tapón azul representa el cielo, y la forma del frasco evoca al Taj Mahal, que Jahan mandó construir como homenaje a su esposa (quien murió al dar a luz) y como su lugar de descanso final. “Es un frasco que no puedes confundir ni de lejos”, dice Elena Vosnaki, historiadora del perfume, autora y editora jefe de Fragrantica.com.
Bottega Veneta Déjà Minuit
El primer perfume de Bottega Veneta llegó con todo: un frasco inspirado en el intrecciato, la técnica de tejido en piel que es sello de la marca. Es una mezcla de materiales —tapa de madera, vaporizador metálico, cuerpo de vidrio y base de piedra— que se siente como objeto de diseño. El vidrio está soplado con una técnica veneciana que deja burbujitas, así que no hay dos frascos iguales.
La base de mármol verde verde alpi lo hace aún más especial: parece una escultura sobre pedestal. La colección tiene cinco perfumes, todos con este mismo estilo de frasco pero con toques distintos. Déjà Minuit, el que ves aquí, lleva notas de limón, geranio, canela y cardamomo.
Chanel No.5
Uno de los frascos favoritos de Chandler Burr es el de Chanel No.5. Inspirado en una botella de laboratorio, marcó un antes y un después en el diseño de perfumes. “Su claridad, con ese logo Chanel en negro sans serif, dejó atrás los dorados recargados de Guerlain, y convirtió el lujo en arte moderno. Le dio músculo al perfume”, dice.
Fue también el primer producto de la marca en usar las ahora icónicas C entrelazadas, según Architectural Digest. Para Vosnaki, este frasco representa perfecto la coherencia entre la marca y el concepto de la fragancia. Chanel No.5 es, según ella, el mejor ejemplo de un diseño que lo dice todo sin decir mucho.
Dries Van Noten Soie Malaquais
“Los frascos de los perfumes de Dries van Noten siempre usan combinaciones súper llamativas de color y patrón — este es mi favorito”, dice la historiadora de perfumes Jessica Murphy. “Tiene un vidrio color vino profundo con decoraciones azul y blanco inspiradas en la cerámica tradicional holandesa. Se siente antiguo y moderno al mismo tiempo.”
Guerlain Liu – Eau de Parfum
“Como en la arquitectura, hay frascos que son todo un ícono. Liu de Guerlain es como el edificio Chrysler”, dice Vosnaki. “La valentía de crear algo Art Deco con tanto estilo lo convirtió en un clásico instantáneo y en un espécimen único en el mundo del diseño de frascos.”
Lanzado en 1927, Liu se inspiró en personajes de la ópera Turandot de Puccini. El diseño del frasco está basado en estuches para cigarrillos, porque en esa época “la emancipación femenina incluía adoptar tanto los vicios como los privilegios de los hombres, y fumar era uno de ellos”, explica Vosnaki.
Guamamima Odette
Odette es una de las dos fragancias que ofrece la marca indie Gumamina. Su hermana, Odile, usa el mismo frasco pero con un cisne negro arriba. La tipografía femenina del frasco junto con la cabeza inclinada del cisne son todo un símbolo de coquetería. Casi puedes imaginar que el cisne pestañea.
La marca describe la fragancia con imágenes como “vulnerabilidad elegante”, “paredes color rubor pastel” y “un primer encuentro con un extraño brillante”.
Mugler Angel
El primer perfume de Thierry Mugler, Angel, salió en 1992 y tanto la fragancia como el frasco eran completamente diferentes a todo lo que había antes. “El frasco en forma de estrella de Angel fue una pesadilla tecnológica en su tiempo, y convirtió al perfume en un objeto mágico como ningún otro”, dice Burr. Fue mucho más que un simple frasco para guardar perfume o un adorno bonito; se volvió pieza de colección y arte en sí mismo. La fragancia, creada por Olivier Cresp, tiene notas de vainilla, praline y frutos rojos, y fue el primer gourmand moderno, marcando una tendencia que sigue vigente más de 30 años después.
Serge Lutens Fleurs de Citronnier
Para cuando Serge Lutens lanzó su línea de perfumes con su propio nombre, ya había tenido varias vidas: fue fotógrafo para Paris Vogue, creó líneas de maquillaje para Christian Dior y fue director creativo en Shiseido. Su buen gusto se notaba en todo, y los perfumes no fueron la excepción. Tras colaborar con Shiseido, en 2000 lanzó sus primeras fragancias bajo su nombre, y de inmediato recibió elogios. Ganó el prestigioso FiFi Award por Mejor Concepto Original cuatro años seguidos, de 2001 a 2004.
Muchos de sus perfumes vienen en sus icónicas campanas de vidrio. Al principio solo se vendían en los Salons du Palais-Royal Shiseido en París (ahora Serge Lutens), un punto clave para los amantes de las fragancias nicho. No fue sino hasta 2012 que llegaron a Estados Unidos, disponibles en Barneys. Hoy se pueden comprar online.
Anna Sui Flight of Fancy Eau de Toilette
Anna Sui es famosa por meterle un toque de fantasía a prendas súper usables, mezclando lo viejo con lo nuevo, lo femenino con el rock and roll, y usando un montón de referencias culturales. Sus perfumes no son la excepción. “Dos de las inspiraciones clásicas de Anna Sui son el Art Nouveau y la psicodelia de los 60, y se ven en este frasco”, dice Murphy. “El pavo real es un recordatorio de que todas podemos imaginar nuestra forma única de ser bellas.” Los otros frascos de la marca tienen referencias igual de juguetonas, como helados, unicornios y globos aerostáticos.
La Perla Villa Sorrento
Este frasco color vidrio de mar va perfecto con una fragancia inspirada en una noche de verano en la costa de Amalfi, donde se mezclan notas de toronja, naranja sanguina y neroli. La forma es elegante, pero los detalles en azul y verde le dan un toque juguetón. El tapón en forma de perla es un guiño inteligente al nombre de la marca.
Nota original de: InStyle.com
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