Hay festivales, y luego está Coachella. No solo es un evento musical, es un fenómeno cultural, una pasarela boho, y, sobre todo, el escenario donde los artistas deciden romper las reglas y escribir historia. Desde su primera edición en 1999, el desierto de Indio, California, ha sido testigo de conciertos que pasaron de ser simples presentaciones a momentos legendarios.
¿Listo para el viaje? Aquí van los shows más memorables de Coachella.

Cuando la música hizo historia
1. Beyoncé (2018)
La reina no solo reinó, reinventó Coachella. Beyoncé no dio un show, dio un masterclass de cultura afroamericana, feminismo, y perfección escénica. Con una orquesta universitaria al estilo HBCU, bailarines que parecían sacados de una película de Spike Lee y un despliegue visual absolutamente hipnótico, Beychella se convirtió en el estándar dorado. ¿El momento cumbre? La reunión de Destiny’s Child que hizo gritar al internet entero. Historia pura.
2. Daft Punk (2006)
En una pirámide luminosa que parecía llegada del futuro, el dúo francés transformó el Sahara Tent en una nave espacial. Nadie lo vio venir. Nadie lo superó. Fue un show tan influyente que muchos fans consideran ese momento como el punto de quiebre entre el Coachella indie y el Coachella electrónico de masas. Electrónica emocional, robótica y perfecta. Touché, robots.
3. Holograma de Tupac con Dr. Dre y Snoop Dogg (2012)
En medio del set de Dr. Dre y Snoop Dogg, apareció Tupac. O al menos, su holograma. El “¡¿Qué está pasando?!” se escuchó al unísono entre el público. Fue tan real que mucha gente necesitó Googlear en el acto si Tupac estaba realmente presente. Más que un truco, fue un momento emocionalmente abrumador y tecnológicamente revolucionario. Un momento tan iconic.
4. Radiohead (2004)
Antes de que Thom Yorke se pusiera místico y bailable, Radiohead ya era una banda que arrastraba multitudes. Pero su presentación en 2004 fue otra cosa: hipnótica, potente, casi espiritual. Con un setlist que incluyó “Paranoid Android”, “Everything In Its Right Place” y “Karma Police”, dieron una lección de intensidad emocional y precisión musical. Los que estuvieron ahí todavía tienen escalofríos.
5. Madonna (2006)
Cuando Madonna aterrizó en 2006, muchos pensaron que el festival de música alternativa se “vendió” a la cultura pop. Subió al escenario del Sahara Tent teniendo el main character a favor, mezclando su estilo provocador y sensual con un setlist repleto de clásicos que iban desde “Hung up” hasta “Everybody”. No solo era música: era una statement de poder.
6. Billie Eilish (2022)
¿Una de las headliners más jóvenes de la historia del festival? Sí. ¿Una de las más poderosas? También. Billie llegó con su estilo grunge-pop, luces oscuras y energía adolescente a comerse Coachella.
7. Kanye West (2011)
Mucho antes de sus Sunday Services. Kanye subió al escenario principal un domingo por la noche y lo convirtió en algo más que un simple concierto. Comenzó flotando sobre la multitud con “H•A•M” y terminó con “Hey Mama”, visiblemente emocionado, en uno de los cierres más conmovedores que ha tenido el festival.
8. Prince (2008)
Prince arrasó con su versión de “Creep” de Radiohead y es todavía considerada uno de los momentos más épicos del festival, no solo por la interpretación, sino por la sorpresa de verlo tocar una canción que ni siquiera era suya… y hacerla suya. Puro magnetismo, pura magia.
Detrás de cada outfit viral y cada rueda de la fortuna iluminada, hay shows que transformaron la industria. Coachella ha sido el escenario donde los artistas se consagran, se reinventan o simplemente lo dejan todo. Y aunque cada año hay nuevas estrellas y nuevas tendencias, algunos momentos se quedan grabados en la memoria. Porque cuando la música, el talento y la energía del desierto se juntan, lo que ocurre no es solo un show: es historia.
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