Por si pensabas que el verdadero drama de The White Lotus estaba solo en la pantalla, agárrate. Con el final de temporada llegando al fin, el elenco ya dejó claro que lo que se vivió en Tailandia fue tan intenso off screen como en la serie misma. Porque sí, mientras tú estabas teorizando sobre quién moría en el resort, el cast vivía su propio thriller psicológico entre calor, insectos, egos, y una convivencia que dejó cicatrices emocionales (y probablemente algunos group chats silenciados de por vida).

Más Lord of the Flies que vacaciones de lujo
Jason Isaacs, que interpreta a Timothy Ratliff, lo describió perfecto en entrevista con Vulture: “No fueron unas vacaciones. Algunas personas se acercaron mucho, hubo amistades que se hicieron y amistades que se perdieron…,” dijo.
“Fue una mezcla entre campamento de verano y Lord of the Flies, pero en una jaula de oro”. ¿Traducción? Convivencia extrema, amistades rotas, calor insoportable, bichos everywhere, y más de un corazón herido. “‘Lo que pasa en Tailandia se queda en Tailandia’, pero también hay un White Lotus fuera de la pantalla, con menos muertes pero igual de dramático.”.
Aunque Isaacs se negó a soltar nombres, dejó claro que hubo alianzas, rompimientos, y que no todos salieron siendo amigos. “Me volví muy cercano a algunos, y menos a otros. Hay cierto nivel de discreción que se tiene que respetar.”


Aislados, confundidos y llorando: el drama detrás de cámaras en The White Lotus
Walton Goggins, que interpreta a Rick, confesó a The Hollywood Reporter que su personaje oscuro lo dejó tan metido en la historia que terminó aislado. “Sentía que todos pensaban que era un aguafiestas. Me consumía la historia.” La intensidad era tal que llegó a sentarse solo en una roca durante los descansos, hasta que Aimee se convirtió en su aliada. “Aimee venía constantemente y me molestaba”, recuerda.
La misma Aimee admitió a The Guardian que el rodaje fue tan raro que parecía más un “experimento social”. Ella dijo: “No sé si lo llamaría divertido… pero hubo momentos que sí lo fueron.” También confesó: “Todos terminan metiéndose tanto en su personaje que, al final, no sabía ni quién era yo.” Y después de ver a los personajes de esta temporada, es claro que nadie querría irse de vacaciones con ellos.

Lo que pasa en The White Lotus se queda en The White Lotus
Las tensiones no solo se dieron entre los actores. El compositor Cristobal Tapia de Veer dejó la producción por diferencias creativas. En una entrevista con The New York Times, explicó: “No tenía muchos aliados ahí” y comparó el ambiente con La Cage Aux Folles diciendo que Mike White era una diva.
El productor David Bernad confirmó a The Guardian que terminó haciendo de HR no oficial, lidiando con roces y peleas pequeñas. “En producciones normales, trabajas y luego te vas a casa con tu familia; aquí, te vas a casa con las mismas personas.”

Por último, Jason Isaacs lo resumió diciendo que fue “una prisión abierta” y que hasta su esposa, al visitarlo, le comentó que “algunos de estos actores están locos”. ¿Su respuesta? “Es lo normal cuando pones a 40 personas creativas, lejos de casa, bajo 45°C, con barra libre y sin aire acondicionado.”
Entre amistades rotas, egos heridos, lágrimas en el set y alianzas que parecen salidas de un reality show, esta tercera temporada no solo entregó drama en pantalla… también nos regaló una historia detrás de cámaras que merece su propio spin-off.
Y tú que pensabas que lo más tóxico eran los personajes.
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