Si hay una marca capaz de dictar el rumbo del romanticismo bohemio temporada tras temporada, definitivamente es Chloé. Su desfile otoño/invierno 2025 lo dejó claro: el encaje sigue siendo el protagonista, las telas sheer nunca pasan de moda y la feminidad puede ser delicada sin dejar de ser poderosa. Pero entre la marea de vestidos fluidos y blusas con volantes, hubo un detalle que nadie vio venir. El día del desfile, las asistentes más stylish dejaron de lado sus flared jeans y pantalones sastre en favor de una pieza inesperada: los bloomers largos vistos en su pasarela de primavera/verano 2025.
Sí, esos pantalones bombachos que históricamente han sido asociados con la ropa interior del siglo XIX o con looks teatrales, regresaron con una reinterpretación de lujo. Confeccionados en telas satinadas y con delicados bordados de encaje, este nuevo híbrido entre los pantalones harén y los bloomers tradicionales combinó la comodidad con un dramatismo refinado.
Los bloomers están de vuelta
Entre las primeras en sumarse a la tendencia estuvo Camille Rowe, quien se fue por un modelo en tono durazno, combinándolo con una tank top en rosa viejo y las icónicas plataformas de Chloé. Por otro lado, Lily James escogio una versión más teatral, luciendo unos bloomers negros con una blusa de encaje semitransparente, rindiendo homenaje al ADN romántico del desfile.
Otras asistentes llevaron la tendencia en clave más atrevida, combinando bloomers en tonos neutros con chamarras de cuero estructuradas y botas de tacón.. Un juego de contrastes que, sin duda, definirá el otoño y hasta el invierno.
Del siglo XIX a la pasarela de Chloé
Para entender por qué esta tendencia, hay que retroceder un poco en el tiempo. Originalmente, los bloomers fueron creados en el siglo XIX como una alternativa más cómoda y funcional para las mujeres que empezaban a desafiar las normas de vestimenta restrictivas de la época. A lo largo de la historia, este corte ha ido y venido, apareciendo en el ballet, en la moda victoriana y en hasta en looks deportivos de principios del siglo XX.
Pero, hasta ahora, nunca habían sido reinterpretados con un espíritu tan moderno y en una marca tan en tendencia. Al extenderse hasta la pantorrilla o el tobillo, los bloomers de Chloé adoptan una estética mucho más refinada y fácil de integrar. A diferencia de sus versiones más cortas, que dominaron las pasarelas en temporadas pasadas, este nuevo diseño recuerda a los pantalones harén que fueron tendencia en los años 2010, pero con un giro más etéreo y menos bohemio.
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