Pamela Anderson está de vuelta en el centro de atención de Hollywood, y esta vez viene con todo. Después de años de ser vista principalmente como un símbolo de belleza y sensualidad, la actriz ha dado un giro total a su carrera con su protagónico en The Last Showgirl, dirigida por Gia Coppola. Esta película no solo está capturando la atención de la crítica, sino que también está mostrando una faceta más madura, profunda y conmovedora de Pamela, que pocos esperaban.
¿De que trata The Last Showgirl?
En este drama lleno de emociones, Pamela se mete en la piel de una showgirl de más de 50 años que, después de 30 años brillando en el escenario de Las Vegas, ve cómo su show se cierra de repente. Ahora le toca reinventarse y, de paso, arreglar las cosas con su hija, interpretada por Kiernan Shipka. Sobre este papel tan personal, Pamela confesó en el Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF): “Este papel me permitió liberarme de mi imagen física y enfocarme en quién soy realmente”.
The Last Showgirl marca una gran colaboración entre Anderson y Gia Coppola, conocida por explorar personajes femeninos complejos en pelís como Palo Alto (2013). Coppola regresa después de un tiempo fuera con este proyectazo, que también junta un equipo de primera: Jamie Lee Curtis, Billie Lourd y Shipka.
Pamela Anderson podría ser nominada al Oscar
El estreno en TIFF dejó opiniones mixtas de la película, pero casi todos coinciden en que Pamela brilló en su actuación. Su interpretación de vulnerabilidad y fuerza está haciendo que muchos hablen de una posible nominación al Oscar. The Hollywood Reporter describió su actuación como un posible “una coyuntura” para una actriz que antes no había sido tomada en serio. Por su parte, Deadline dijo: “Anderson está impresionante en este papel, que encaja con su optimismo natural pero también le da la oportunidad de mostrar emociones a flor de piel. Te va a romper el corazón”.
Por qué Pamela Anderson se merece esto y más
Si no conoces la historia de Pamela Anderson, te la contamos rapidito. En 1989, Pamela estaba en un partido de fútbol canadiense en Vancouver, usando una camiseta de Labatt’s Beer, y apareció en la pantalla gigante del estadio. Ese momento la llevó a ser modelo para la marca. Su gran oportunidad llegó cuando la eligieron para interpretar a C.J. Parker en Baywatch, un papel que estuvo haciendo por cinco temporadas entre 1992 y 1997.
Desde el principio, Pamela siempre dijo que quería ser tomada en serio como actriz, buscando salir en películas más aclamadas por la critica. Sin embargo, el infame sex tape con su exesposo Tommy Lee, el baterista de Mötley Crüe, cambió todo. La industria la encasilló como un símbolo sexual, una etiqueta de la que nunca pudo librarse del todo.
Pero después de su documental Pamela, A Love Story en Netflix y su autobiografía, empezó a mostrar una versión más profunda y compleja de sí misma con el público empatizando con el trato sexista que Pamela tuvo durante su carrera. Ahora, con The Last Showgirl, Pamela tiene un papel que parece hecho para ella, demostrando que tiene un rango acotoral infravalorado.
“Llevo toda mi vida preparándome para este papel”, dijo emocionada después de la proyección en TIFF. “Es surrealista y emocionante sentirme aceptada, apoyada y celebrada. Es genial ser vista y que la gente entienda que no soy lo que pensaban—siempre di lo mejor de mí, como todos lo hacemos”, le dijo a Vogue.
Con la temporada de premios a la vuelta de la esquina, su actuación en The Last Showgirl podría ser el reconocimiento que siempre mereció.
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