Si pensabas que ningún thriller iba a llenar el vacío que dejó Twin Peaks, llega Wayward para demostrar lo contrario. La serie de Netflix, creada y protagonizada por Mae Martin, nos atrapó con un pueblo perfecto que esconde secretos oscuros, un internado más parecido a un culto y la actuación súper inquietante de Toni Collette como Evelyn, la líder de Tall Pines.
La historia se inspira en algo muy real, Martin contó que una amiga suya fue enviada de adolescente a uno de estos troubled teen institutes y volvió con anécdotas que parecen de terror. Con eso como base, Wayward explora traumas heredados, manipulación y el costo de querer pertenecer. Pero si el final te dejó confundida, tranquila, aquí te lo explicamos todo.
Evelyn, la villana detrás de la puerta verde
Desde el principio sabíamos que Evelyn tenía un aura inquietante, pero en los últimos capítulos entendemos de dónde viene. De joven, huye tras un embarazo adolescente y se refugia en Tall Pines, donde conoce a Weldon, un hombre mayor que la introduce a la idea de sanar traumas generacionales con rituales y visiones.
Cuando decide que quiere el poder para ella sola, Evelyn se convierte en la gran líder, utilizando drogas alucinógenas (sí, con veneno de sapo) y un extraño mantra sobre “la puerta en la boca de tu madre”. ¿Muere al final? Oficialmente no se confirma, pero después de ser inyectada con su propio veneno y quedar flotando en trance, todo apunta a que sí. O al menos que nunca vuelve a ser la misma.
Abbie, Leila y el escape que partió corazones
El gran dilema de la temporada fue si las teens canadienses Abbie y Leila lograrían salir vivas de Tall Pines. Y al final vemos como solo Abbie lo consigue. Con ayuda de Rory (que se sacrifica por ella en un momento desgarrador), logra subirse al coche de Alex y escapar.
Leila, en cambio, decide quedarse. Después de confesar que fue responsable de la muerte de su hermana, cree que Tall Pines es el único lugar donde puede enfrentar su trauma. Es doloroso verla elegir el encierro, pero refleja la fuerza de la manipulación psicológica que domina a la comunidad.
El parto más perturbador de la TV
Si pensábamos que Alex (Mae Martin) sería nuestro salvador, el final nos da un giro inesperado. Tras vencer a Evelyn y llegar con Laura para presenciar el nacimiento de su hijo, descubre que todo el pueblo se mete a la habitación… para abrazar al bebé desnudos en un extraño ritual de “skin-to-skin contact”.
La sorpresa mayor es que Laura toma el lugar de Evelyn como la nueva líder. Convencida de que puede dirigir el culto con más “empatía”, en realidad repite los mismos patrones de poder. Alex sueña con escapar con su hijo, pero al despertar, se da cuenta de que está atrapado junto a ella.
¿Qué significa realmente el final?
El cierre de Wayward es inquietante porque no hay héroes absolutos. Abbie es la única que escapa, dándonos una pizca de esperanza, pero el ciclo de manipulación continúa bajo el mando de Laura. En Tall Pines nada cambia, solo se reemplaza a una líder por otra.
La serie deja claro que los traumas, la necesidad de pertenecer y las figuras de autoridad pueden volverse un círculo imposible de romper. Y lo más creepy es que los sapos, que al inicio parecían un detalle raro, terminan simbolizando justo ese salto de la adolescencia a la adultez, con todos sus miedos y cicatrices.
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