Cómo superar una ruptura… cuando no hubo relación
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Cómo superar una ruptura… cuando no hubo relación

Superar una ruptura, sobre todo cuando estamos hablando de un “casi algo” (o sea, una relación que estuvo a punto de ser algo, pero no lo fue), puede ser más difícil de lo que aparenta, y es que pareciera que duelen más que las relaciones formales o de años, pero no te preocupes, no es imposible dejarlos ir y aquí te contaremos cómo puedes hacerlo.

¿Qué es un “Casi algo”?

Comencemos por el principio: cuando hablamos de un “casi algo” nos referimos a esa relación que pudo, pero no fue.

En este tipo de relaciones el detalle es que aunque de manera formal no haya sido nada, emocionalmente lo fue todo. Esto puede deberse a problemas con el apego, la existencia de una buena conexión o muchos otros factores que se ven frustrados por lo mayores enemigos de las relaciones sentimentales: el tiempo, el miedo, las inseguridades, entre muchos más.

cómo superar una ruptura

¿Por qué nos cuesta tanto superar un “Casi algo”?

Cuando comenzamos a conocer a una persona, no sabemos del todo cómo es su forma de ser ni actuar, tampoco tenemos un throwback de su historia personal, ni estamos seguras de cómo se comporta en distintas situaciones.

Lo que sí tenemos es muchas ganas de seguir conociéndole, queremos que esta persona nos encante y encantarle, y si a esto le sumamos expectativas e ilusiones personales caemos en, la idealización.

¿Cómo superar una ruptura de este tipo?

El hecho de que tengas un vínculo sin nombre con alguien no significa que no puedas involucrarte emocionalmente en diferentes grados, como cualquier otra pérdida o separación es importante que te permitas procesar ese duelo para dejar ir lo que no fue.

Si bien no existe un remedio mágico que nos haga olvidarnos de estos vínculos emocionales en un 2×3, definitivamente el reconocer que estamos sufriendo por una idealización, es decir, un producto de nuestra mente, es un buen comienzo.

Como sabemos, la idealización puede llevarnos a desarrollar conductas tóxicas tanto personales como de pareja pues en este caso no estamos en realidad enamorados de la persona, sino de la versión que hemos creado de ella en nuestra mente y normalizar esto es una manera de condenar a ambas partes pues, mientras tu terminas en incertidumbre, la otra persona está destinada a decepcionarte porque es, como todos, un ser humano con virtudes y defectos que tal vez no coinciden con nuestra versión idealizada.

Entonces, si despejamos nuestra cabeza de este tipo de ideas y conductas, es más probable que el duelo sea más ameno y que en un futuro nos sea más sencillo ver las red flags desde el inicio.

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